(NCRegister/InfoCatólica) Según asegura Reading, sus publicaciones en redes sociales derivaron en la pérdida de su estatus de «viajera confiable», lo que ha conllevado controles especiales por parte de la TSA (Administración de Seguridad en el Transporte) en varios aeropuertos del país.
Reading, a quien sus abogados describen como cristiana devota, sostiene que estas medidas vulneran su derecho a la libertad de expresión y de religión, recogidos en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense. La demanda, presentada inicialmente en marzo de 2023 por la organización Thomas More Society y ampliada el pasado 12 de marzo, también alega que la vigilancia a la que ha sido sometida responde a sus críticas a contenidos que considera inapropiados para la educación primaria.
Su hija le preguntó qué era ser polisexual
Los hechos se remontan a noviembre de 2022, cuando Reading escribió en un grupo de Facebook tras asistir a una actividad escolar con su hija de siete años: «Anoche acudí a una “noche de las matemáticas” en una escuela primaria. Mi hija, al leer unos carteles en la entrada, me preguntó qué significaba “polisexual”. Estaba indignada. ¿Por qué las escuelas primarias permiten o fomentan que los niños investiguen sobre sexualidad y hagan carteles? No está en el currículo aprobado. Es perverso y debería ser ilegal».
El distrito escolar confirmó posteriormente que los carteles fueron elaborados por alumnos de entre 4.º y 6.º curso durante la «Semana del Respeto», una actividad que incluía mensajes de apoyo a la comunidad LGTBQ+. «Algunos carteles incluían banderas identificadas con distintos grupos como transexuales, bisexuales, lesbianas, pansexuales, etc., junto a mensajes de inclusión», explicó Helen Payne, superintendente del distrito escolar de North Hanover Township.
En ese momento, Reading era miembro electo del consejo escolar del distrito regional que abarca desde 7.º a 12.º curso, mientras que su marido formaba parte del consejo escolar local responsable de la primaria. Ambos dimitieron en diciembre de 2022, tras la controversia generada.
Acusada
Entre las pruebas presentadas en la demanda figura un correo del mayor Christopher Schilling, miembro de la Reserva del Ejército de EE. UU., en el que asegura que los mensajes de Reading «generaron preocupación por la seguridad de muchas familias». También se incluyen comunicaciones entre responsables de la base militar McGuire–Dix–Lakehurst y autoridades locales y estatales, alertando de la situación. Un responsable del programa antiterrorista del destacamento de seguridad del ejército en la base informó de que estaba en contacto con la Oficina Estatal de Seguridad Nacional de Nueva Jersey para vigilar «grupos de odio o extrema derecha».
El jefe de policía local, Robert Duff, también se implicó. Según los documentos judiciales, pidió al administrador del grupo de Facebook que eliminara la publicación de Reading, alegando que «los estudiantes podrían morir» si no se hacía, y comparó la situación con los tiroteos de Uvalde (Texas) y Colorado Springs.
La demanda original, dirigida contra el municipio, el jefe de policía, la superintendente escolar y varios militares y funcionarios de la base, se ha ampliado ahora para incluir como demandados oficiales a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al responsable de la TSA, Adam Stahl; y a la directora de Seguridad Nacional de Nueva Jersey, Laurie Doran.
El caso aún está pendiente de resolución. En diciembre de 2024, un tribunal federal de apelaciones rechazó una solicitud de Reading para obtener una medida cautelar que evitase nuevas restricciones, pero sí criticó duramente la actuación de las autoridades: «Las alegaciones de Reading son serias y plantean cuestiones importantes bajo la cláusula de libertad de expresión», señaló el fallo, que calificó la respuesta oficial a su publicación como «desproporcionada».