(Cope/InfoCatólica) Con más de 6.000 jóvenes acogidos en centros de las islas y un flujo constante de nuevas llegadas, Mazuelos advierte que la situación es «realmente complicada» y lamenta que no se estén tomando decisiones basadas en la dignidad de estas personas: «No lo valoro bien porque no me gusta que se trate a las personas como mercancía y se usen como arma política».
Mazuelos también ha denunciado la precariedad en la que se encuentran muchos de estos jóvenes cuando alcanzan la mayoría de edad: «Es triste que haya menores que llevan aquí dos o tres años y, al cumplir 18, no tengan ningún papel porque no están empadronados. No se están haciendo bien las cosas, está clarísimo», ha subrayado.
Sobre el acuerdo del Gobierno con Junts en el reparto de menores migrantes entre las comunidades, que ha desatado la indignación en toda España por la cesión de Pedro Sánchez a las pretensiónes de los secesionistas catalanes, ha apuntado que la pregunta «no es cómo repartimos, sino cómo les damos dignidad. Muchas veces los tienen almacenados en los centros y ahora dicen: “Venga, los llevamos a la península”. ¿En qué condiciones? ¿Cómo vamos a garantizar que estos menores puedan tener formación, papeles y seguir adelante?».
Combatir las mafias
El obispo ha insistido en la necesidad de cambiar el enfoque de la política migratoria y centrarse en la prevención: «Se están destinando fondos a los países de origen, pero lo que deberíamos hacer es fomentar la formación allí mismo, en lugares como Senegal, Gambia o Mauritania, para que no tengan que atravesar el Atlántico en condiciones inhumanas».
«No es solo un problema de Canarias, sino de España y de toda Europa»
En este sentido, ha reclamado un mayor compromiso de la Unión Europea y una estrategia común que ayude a combatir las mafias y a evitar lo que ha calificado como «el cementerio del Atlántico».
Por último, ha insistido en que la crisis migratoria no es solo un problema de Canarias, sino de España y de toda Europa: «No entendemos por qué Europa no se implica más en esto. Es urgente una política migratoria coordinada con los estados de origen para evitar más tragedias».