(InfoCatólica) Madrid acogió ayer domingo una nueva edición de la Marcha por la Vida, una cita anual en la que miles de ciudadanos salieron a la calle para reclamar la derogación de las leyes que permiten el aborto y la eutanasia en España. Bajo el lema «Sí a la vida», la manifestación recorrió el centro de la capital con un ambiente festivo, familiar y reivindicativo.
El acto fue convocado por más de 500 asociaciones provida, entre las que se encuentran plataformas de apoyo a mujeres embarazadas, entidades educativas y organizaciones de defensa de los derechos humanos. Los asistentes portaban pancartas con mensajes como «Cada vida importa» o «No al descarte», y reclamaron el respeto a la dignidad de toda vida humana, desde la concepción hasta su final natural.
Durante el recorrido, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del aborto y la eutanasia, seguido de una suelta de globos blancos en señal de homenaje. Asimismo, se proyectaron testimonios de mujeres que han decidido seguir adelante con sus embarazos en situaciones difíciles y de personas mayores que rechazan la aplicación de la eutanasia.
En el escenario instalado al final del recorrido, los organizadores leyeron un manifiesto en el que exigieron un giro en las políticas públicas para ofrecer alternativas reales a las mujeres que se enfrentan a un embarazo inesperado y para garantizar cuidados paliativos de calidad a los enfermos terminales.
La convocatoria reunió a numerosos jóvenes, familias enteras, asociaciones de diversos ámbitos y profesionales del sector sanitario. Los organizadores insistieron en que la defensa de la vida debe estar en el centro del debate público y apelaron a la responsabilidad de los poderes públicos para proteger a los más vulnerables.
La Marcha por la Vida volvió a celebrarse coincidiendo con el Día Internacional de la Vida, que cada año tiene lugar en torno al 25 de marzo, fecha emblemática para el movimiento provida en todo el mundo.