(LifeNews/InfoCatólica) Un juez de Virginia ha emitido una decisión trascendental al determinar que los embriones humanos congelados no pueden ser considerados propiedad a repartir entre ex cónyuges. Este fallo marca un precedente importante en el creciente debate sobre el estatus legal de los embriones en Estados Unidos.
El veredicto, dictado el 7 de marzo, revoca una interpretación judicial previa que equiparaba los embriones a «bienes o enseres», basándose en leyes de la época de la esclavitud, según informó la agencia Associated Press (AP).
El juez del Tribunal de Circuito de Fairfax, Dontaè L. Bugg, emitió esta decisión en respuesta a la demanda de Honeyhline Heidemann, quien buscaba obtener acceso a dos embriones humanos congelados que había concebido con su exesposo, Jason Heidemann, durante un proceso de fecundación in vitro (FIV) en 2015. Tras su divorcio en 2018, la pareja había acordado mantener los embriones en almacenamiento.
Honeyhline Heidemann, sobreviviente de cáncer, argumentó que estos embriones representaban su última oportunidad para concebir otro hijo. Sin embargo, Jason Heidemann se opuso, alegando que permitir a su exesposa acceder a los embriones «violaría su privacidad y libertad personal», según se recoge en la carta de opinión del juez Bugg del 7 de marzo.
Un juez anterior, Richard E. Gardiner, había sugerido que los embriones podían ser considerados divisibles bajo la ley de partición de Virginia, basándose en normas previas a la Guerra Civil. No obstante, Bugg rechazó tajantemente esta interpretación en su fallo.
«El tribunal no está convencido de que los ‘bienes o enseres’ incluyan embriones humanos», escribió el juez, añadiendo posteriormente: «Los seres humanos, y por extensión los embriones que han sido creados, no deberían, por principio legislativo, estar sujetos a partición».
Este fallo se produce en un contexto en el que el estatus legal de los embriones es cada vez más debatido en Estados Unidos. Algunos estados han comenzado a reconocerlos como seres humanos en sus legislaciones sobre homicidio y, en febrero de 2024, la Corte Suprema de Alabama dictaminó que los embriones congelados deben ser considerados niños según la legislación estatal. Ese mismo mes, un intento en el Senado de los Estados Unidos para establecer un derecho nacional a la fecundación in vitro no logró los votos suficientes.
En su fallo del 7 de marzo, el juez Bugg destacó que no existe un precedente legal para valorar o dividir embriones.
«Es evidente que estos dos embriones humanos, si fueran implantados y llevados a término, no darían como resultado las mismas dos personas», escribió. «De hecho, los embriones son tan únicos como cualquier par de individuos seleccionados de la población, incluidos hermanos con los mismos padres biológicos».
Los abogados de ambas partes reconocieron la complejidad del caso. El abogado de Honeyhline Heidemann, Jason Zellman, argumentó que la decisión no requería sentar un precedente legal amplio, mientras que la abogada de Jason Heidemann, Carrie Patterson, insistió en que los embriones no deberían ser tratados como propiedad que pueda ser comprada, vendida o dividida.