(Portaluz/InfoCatólica) En la tranquila madrugada, cuando aún reina la oscuridad, la imagen de la Eucaristía en la custodia llena la pantalla. Mientras tanto, una voz resuena con solemnidad, elevando oraciones a la Santísima Trinidad y pidiendo la intercesión de los santos ángeles, en especial de los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Durante siete minutos, estas invocaciones marcan el inicio de una transmisión especial. Luego, la toma se amplía y aparece un religioso de hábito marrón y cabeza rapada. Con voz serena, comienza a enumerar las intenciones de oración: por el Papa, los obispos, la santificación del clero y diversas situaciones que afectan a Brasil y al mundo. Pasan otros siete minutos antes de que inicie el rezo del Rosario: «Avé Maria, cheia de graça, o Senhor é convosco, bendita sois vós entre as mulheres e bendito é o fruto do vosso ventre, Jesus...».
Cada día, a partir de las cuatro de la madrugada, esta escena se repite en la capilla de la parroquia Nossa Senhora do Carmelo, en la periferia sur de São Paulo, Brasil, dentro de la diócesis de Santo Amaro. Es el Rosario de Cuaresma dirigido por fray Gilson, cuyo nombre completo es Gilson da Silva Puppo Azevedo, fraile carmelita de 39 años, perteneciente a la congregación de los Carmelitas Mensajeros del Espíritu Santo. Esta práctica comenzó el Miércoles de Ceniza y se transmite en vivo a través de sus redes sociales. Sin embargo, llamarlo simplemente «Rosario» no le hace justicia. La transmisión dura aproximadamente cuatro horas e incluye no solo la oración mariana, sino también cantos, momentos de adoración, meditaciones, lecturas bíblicas y, finalmente, la celebración de la Misa. Para muchos, es un tiempo de conexión profunda con Dios antes de enfrentar el día, ya sea en el trabajo o en la escuela.
Lo que realmente ha llamado la atención es el impresionante número de personas que se unen a esta transmisión. El miércoles 5 de marzo, más de cuatro millones de espectadores, en vivo o en diferido, participaron en la oración dirigida por fray Gilson. En los días siguientes, la audiencia se mantuvo entre dos y tres millones de personas diarias, consolidando este evento como un fenómeno digital de fe.
Los comentarios en la página de YouTube del Rosario reflejan el impacto de esta iniciativa. «Antes era evangélica y había días en que mi alma ardía en deseos de volver a la Iglesia Católica», comparte una seguidora. Otra persona expresa: «Pido por la conversión de mi familia y la sanación de las adicciones de mi madre y mi novio». También hay quienes, sin ser católicos, encuentran paz en esta transmisión: «No soy católica, pero sigo el Rosario y me da la paz que busco». Entre los mensajes, abundan los testimonios de fe, agradecimientos y súplicas, sumando más de tres mil comentarios diarios.
El éxito de estas transmisiones ha captado la atención de los medios nacionales, aunque para quienes conocen la vida eclesial en Brasil, no resulta una sorpresa. Fray Gilson cuenta con una enorme comunidad en redes sociales: 8,2 millones de seguidores en Instagram, 6,3 millones en YouTube y 2,4 millones en Facebook. Su estilo sigue la línea de otros religiosos populares en Brasil, como Marcelo Rossi, Fábio de Melo y Reginaldo Manzotti. Estos predicadores han sabido combinar la música moderna con devociones tradicionales y una fuerte presencia en medios digitales, mostrando que la Iglesia también puede conectar con el público en la era digital. Su impacto es significativo, especialmente en un país donde el número de católicos ha disminuido en las últimas décadas, pasando del 75% en 1994 al 51% en 2022, según encuestas recientes.
El impacto de fray Gilson también ha recibido respaldo desde la propia Iglesia. El obispo de Santo Amaro, Giuseppe Negri, misionero italiano del PIME, participó en la transmisión del jueves 13 de marzo, reafirmando su apoyo a esta iniciativa y destacando su valor espiritual.
Este fenómeno digital también pone en evidencia la vitalidad de la congregación a la que pertenece fray Gilson. Fundada por la Madre Marie-Joseph del Espíritu Santo (Eudette Rodrigues Santana), de 84 años, los Carmelitas Mensajeros del Espíritu Santo surgieron con la intención de combinar el carisma contemplativo del Carmelo con una vida misionera. En 1984 nació la rama femenina, que hoy cuenta con aproximadamente 200 monjas, y en 1994 la rama masculina, con unos 70 religiosos. Su labor no se limita a Brasil, pues también tienen presencia en Italia, con comunidades en Perugia, Catania, Catanzaro, Caserta, Rieti, Roma y Asís.
El rezo del Rosario con fray Gilson ha trascendido las barreras del tiempo y el espacio, convirtiéndose en un punto de encuentro espiritual para millones de personas. Un testimonio de que la fe, incluso en la era digital, sigue siendo un faro de esperanza y consuelo para muchos.