(NCRegister/InfoCatólica) «La reacción fue conmovedora», afirmó el prelado al Register, expresando su sorpresa por la devoción de quienes se acercaron a iniciar la Cuaresma. «Cientos vinieron por cenizas. Es algo extraordinario hacer la Señal de la Cruz en la frente de una persona, decir: 'Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás', y escuchar su respuesta: 'Gracias' o 'Amén'. ¡Qué misterio!», exclamó.
Fe persistente en una sociedad secularizada
Pese a la creciente secularización de Irlanda, el obispo Cullinan aseguró que no le sorprendió la reacción de la gente. «Noté las arrugas en los rostros de las personas, arrugas de dolor, preocupación, estrés, ansiedad. Jesús ha venido a aliviar nuestras penas, a liberar a los oprimidos y a soltar a los prisioneros. Eso nos incluye a todos, buscando libertad y sanación», reflexionó.
El obispo defiende que la misión de la Iglesia es acudir a donde está la gente y ofrecer el mensaje de Cristo de manera visible. «Mucha gente simplemente olvidó o no sabía que era Miércoles de Ceniza, pero al ver al obispo con un cuenco de cenizas en la plaza de la ciudad, lo recordaron. Algunas personas me vieron, pasaron de largo y luego regresaron», comentó.
Un obispo con posturas firmes
Alphonsus Cullinan, de 65 años, fue ordenado sacerdote en 1994 y designado obispo en 2015 por el papa Francisco. Desde entonces, ha mantenido posturas firmes en cuestiones sociales y religiosas en Irlanda. En su primera carta pastoral, tras el referéndum de 2015 que aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, cuestionó si la decisión favorecía solo los intereses de los adultos sin considerar los derechos de los niños. «La unión de un hombre y una mujer es diferente a cualquier tipo de relación entre dos hombres o dos mujeres», declaró en aquel momento.
Tras la legalización del aborto en 2018, Cullinan afirmó en una entrevista radial que los católicos que votaron a favor debían reconocer su acción como un pecado y arrepentirse antes de recibir la Sagrada Comunión. Además, sostuvo que al aprobar el aborto, Irlanda había allanado el camino para la eutanasia.
En otra ocasión, el obispo coincidió con el papa Francisco al atribuir la crisis de abusos sexuales en la Iglesia a la acción del diablo. Sus declaraciones provocaron reacciones adversas en el ámbito político, al igual que su crítica al yoga y la “atención plena” (mindfulness), que describió como «no cristianas».
Una mirada esperanzadora al futuro de la fe en Irlanda
Pese a los desafíos, el obispo Cullinan se muestra optimista sobre la fe en Irlanda. «Todavía hay fe. Hay fuegos de fe encendiéndose por todo el país, nuevos brotes de crecimiento donde están ocurriendo cosas nuevas», afirmó.
No obstante, reconoce los obstáculos. «Públicamente somos muy seculares. Los principales medios de comunicación y líderes políticos han construido un mundo sin Dios. Y los resultados son siempre los mismos: cierto progreso económico y éxito mundano junto con desesperación, ruptura familiar, colapso social, aumento de problemas de salud mental y pérdida de sentido en la vida», sostuvo. Sin embargo, confía en que existen comunidades fieles que buscan una fe auténtica y están dispuestas a seguirla con valentía.