¿Será este el tipo de obispo que necesitamos?
En la foto tenemos a Mons. Alphonsus Cullinan, obispo de la pequeña diócesis irlandesa de Waterford y Lismore. Por lo visto, desde hace varios años Mons. Cullinan tiene la costumbre de salir todas las cuaresmas a las calles de su diócesis a imponer la ceniza a los fieles.
Siguiendo el principio de que, si ellos no vienen donde estamos nosotros, tendremos que ir nosotros donde están ellos, este prelado ha dedicado este mismo Miércoles de Ceniza seis horas a hablar sobre la Cuaresma a los fieles con los que se encontraba en la calle. Según parece, durante ese tiempo ha impuesto la ceniza a varios miles de fieles.
La Evangelización es una de sus principales preocupaciones y ha señalado a menudo la necesidad de que la Iglesia anuncie al mundo el “significado último” de la vida. Aunque los católicos sean en la práctica una minoría en Irlanda “como han mostrado recientes referéndums”, el obispo considera que deben convertirse en una “minoría creativa”, según la expresión de Benedicto XVI.
Mons. Cullinan también es conocido por meterse a menudo en líos con los hiperprogresistas políticos irlandeses, que no le perdonan su condena clara y pública del aborto y de los anticonceptivos, su promoción de la castidad y su oposición a la enseñanza del yoga y el mindfulness en las parroquias y los colegios.
¿Será este el futuro? ¿Veremos a los obispos predicando por las calles a quienes quieran oírles? ¿Se decidirán a dejarse de correcciones políticas y se meterán en líos por defender la doctrina católica hasta terminar en la cárcel, como hicieron tantos de sus predecesores? ¿Será este el tipo de obispos que necesitamos, más apostólicos y menos funcionariales?
9 comentarios
El Señor te bendiga
Encerrados en sus palacios episcopales. Sólo salen a residencias de ancianos. Ahora se les ve poco con políticos porque no los quieren porque juntarse con ellos no renta políticamente. No organizan nada para luchar contra nada. Jamas se les ocurrio organizar una vigilia de oración a favor de la vida.
Un grande Mons. Alphonsus Cullinan
1. Valiente: que no tenga miedo a nada ni nadie. Que no se arrugue ante el mundo de hoy, ante las críticas, ante los políticos progres, ante las ideologías woke, ante los medios de comunicación hostiles, etc. Sin miedo al martirio. El que quiera quedar bien con todos, queda mal con todo el mundo.
2. Con autoridad: que no le tiemble la mano al disciplinar, remover clérigos o hacer cambios necesarios en su diócesis, y que persevere en ellos. Nunca se dio tanta falta de autoridad en la Iglesia como ahora.
3. Amante de la Iglesia y el depósito de la fe: que sea fiel a lo que la Iglesia enseña y manda, que ame la liturgia y la haga cumplir, que no se deje llevar por doctrinas extrañas o de moda.
4. Buen comunicador. Nunca como ahora se necesitan obispos que sepan hablar en público y manejarse en los medios de comunicación, convincentes y que hagan arder corazones con su palabra.
5. Centrado en las personas y no en el patrimonio. Muchos obispos de diócesis antiguas dedican muchas horas y presupuestos a sus "piedras" y tejados. En mi diócesis por ejemplo hay dinero para arreglar goteras de iglesias, pero no para dar un curso a catequistas o un cursillo de novios.
En definitiva, un obispo así sería ejemplo para sus clérigos, que se sentirían apoyados y lo tomarían como ejemplo. Muchos clérigos hoy día, desamparados por sus obispos, no se arriesgan a nada ni se comprometen porque saben que, ante una dificultad, sus obispos se lavarán las manos y los dejarán a los pies de los caballos.
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