(ACN/InfoCatólica) Desde su inicio en 1986, el «Nun Study», liderado por el neurólogo David Snowdon, ha generado importantes descubrimientos sobre el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas. La investigación, desarrollada en colaboración con la congregación de las School Sisters of Notre Dame (SSND), contó con la participación de 678 religiosas que ofrecieron datos clave para la comprensión del Alzheimer y otras formas de demencia.
Según Kyra Clarke, doctoranda en la UT Health San Antonio y una de las autoras de una reciente revisión histórica del estudio publicada en la revista Alzheimer's & Dementia, Snowdon eligió a las religiosas porque su estilo de vida uniforme ofrecía un contexto ideal para el análisis de la demencia. «El problema en otros estudios es que los participantes tienen estilos de vida y factores ambientales muy diferentes, lo que dificulta identificar las causas del Alzheimer. En cambio, las monjas de una misma orden comparten un entorno homogéneo en cuanto a hábitos de vida, nutrición, acceso a la sanidad y redes sociales», explicó Clarke.
La gran mayoría fueron maestras
Las religiosas participantes tenían entre 75 y 102 años al comienzo del estudio. Casi todas eran licenciadas y el 90% había trabajado en la docencia en algún momento. Para evaluar su función cognitiva, los investigadores utilizaron diversos métodos, como la revisión de autobiografías escritas antes de tomar los votos, expedientes académicos, historiales médicos y encuestas. Además, las monjas accedieron a someterse a pruebas neuropsicológicas anuales y donaron sus cerebros para la investigación tras su fallecimiento.
El estudio reveló que una mayor capacidad cognitiva en la juventud parece proteger contra la demencia. «Se descubrió que las religiosas con mayor nivel educativo y mejor rendimiento académico obtenían mejores resultados en pruebas cognitivas en la vejez y tenían menor riesgo de desarrollar demencia», indicó Clarke. Asimismo, aquellas con mejores habilidades de expresión escrita en su juventud también presentaban un menor riesgo de deterioro cognitivo.
Donaron su cerebro
Uno de los aspectos más destacados del «Nun Study» fue su elevada tasa de participación: un 66% de las religiosas elegibles aceptaron formar parte del estudio, comprometiéndose a evaluaciones anuales y a la donación de su cerebro. Esto permitió comparar cerebros de personas con demencia con otros sanos, algo que antes resultaba muy difícil.
Actualmente, todas las religiosas que participaron en el estudio han fallecido, pero su contribución sigue siendo fundamental para la investigación sobre la demencia. Los científicos continúan trabajando con la congregación SSND para actualizar los datos y compartir hallazgos. «Su amabilidad y generosidad han convertido el 'Nun Study' en un referente en la investigación sobre la demencia. Nos inspiran a seguir avanzando en la comprensión y el tratamiento de esta enfermedad», concluyó Clarke.