(Asia News/InfoCatólica) El Comité Nacional para la Reconciliación de la Archidiócesis de Seúl celebró hoy con una Misa de acción de gracias en la catedral de Myeongdong el 30.º aniversario de su fundación. La Misa fue presidida por el arzobispo de la capital coreana, Mons. Peter Chung Soon-taek, junto con su predecesor, el cardenal Andrew Yeom Soo-jung, el nuncio apostólico en Corea, Mons. Giovanni Gasparri, y otros numerosos prelados, sacerdotes, religiosos y laicos.
Mons. Chung explicó cómo fue la creación del comité
«El 1 de marzo de 1995, 50 años después de la división del país y 45 años después del estallido de la Guerra de Corea, el cardenal Stephen Kim Soo-hwan anunció oficialmente su intención de visitar Corea del Norte y fundó este Comité Diocesano para la Reconciliación y la Cooperación. En los últimos 30 años este comité ha promovido una visión pastoral de oración, educación y actividades de investigación, realizando diversos esfuerzos, entre ellos la Misa por la Reconciliación y la Unidad Nacional, que se celebra todos los martes en la catedral de Myeongdong. Ya se han celebrado 1.457 misas por esta intención».
Con respecto al estado actual de las relaciones intercoreanas, el arzobispo Chung dijo:
«Es desalentador que la situación en la península de Corea esté marcada por el odio en lugar del amor, la discordia en lugar de la reconciliación y la división en lugar de la unidad. Pero nuestro camino hacia la reconciliación nacional no ha terminado; hoy debemos pedir la valentía de recorrer nuevamente este camino y recordar una vez más la misión que se nos ha confiado para la paz, la reconciliación entre el Sur y el Norte y la evangelización de todos los pueblos».
Y concluyó afirmando:
«La península de Corea sufre desde hace 80 años debido a la sospecha, la exclusión y el odio. Para avanzar hacia una nueva era, debemos comenzar con una conversión de nuestros corazones. Espero que nuestro Comité Diocesano para la Reconciliación pueda unirse no solo con otras organizaciones y miembros dentro de la Iglesia, sino también con todas las religiones, la sociedad civil y los círculos políticos que desean nuevas relaciones, para que podamos avanzar juntos en el camino de la conversión para cambiar los corazones del Sur y del Norte».