(LSN/InfoCatólica) El Senado del estado de Washington aprobó el pasado 28 de febrero una controvertida legislación que obliga a los sacerdotes a revelar información obtenida durante la confesión si esta está relacionada con casos de abuso. El proyecto, impulsado por la senadora demócrata Noel Frame, pasó con 28 votos a favor y 20 en contra, con casi todos los demócratas apoyando la medida y todos los republicanos votando en contra. Ahora, una versión del proyecto en la Cámara de Representantes espera su discusión en comité.
Los proyectos de ley, conocidos como Senate Bill 5375 y House Bill 1211, eliminan cualquier exención que proteja el privilegio clérigo-penitente en casos de presunto abuso. Frame ha insistido en que la ley no obliga a los sacerdotes a testificar, sino solo a denunciar abusos. Sin embargo, el texto legal no lo especifica así, y un sacerdote tendría que revelar la identidad del confesante para alertar a las autoridades sobre un menor en riesgo, lo que violaría directamente el secreto de confesión.
Conversa y apóstata
Frame, quien se describe como una conversa al catolicismo pero ha dicho que no criará a su hijo en esa fe por este tema, desestimó las preocupaciones sobre la libertad religiosa en una audiencia. «He intentado durante los últimos años encontrar un equilibrio y lograr un compromiso cuidadoso», afirmó, antes de disculparse por no estar dispuesta a «hacer más compromisos». Lo cierto es que su público apoyo a la ideología LGBT y al aborto pone en duda que se haya convertido nunca a la fe católica.
El Código de Derecho Canónico, en su Canon 1386, establece que un sacerdote que viole directamente el secreto de confesión incurre en excomunión automática, una sanción reservada a la Santa Sede. Esta norma ha sido resaltada por el obispo auxiliar de Seattle, Frank Schuster, quien refutó afirmaciones de testigos que sugerían que el Papa Francisco podría cambiar la doctrina al respecto.
La Catholic League ha calificado la ley como «una violación flagrante de la Primera Enmienda», advirtiendo que busca intimidar a los fieles y marginalizar a quienes defienden valores tradicionales. «Dada la situación política en Washington, lamentablemente, es casi un hecho consumado», señalaron. Además, destacaron una contradicción: mientras los demócratas promueven esta ley supuestamente para proteger a los niños, apoyan el proyecto House Bill 1296, que permite a las escuelas públicas demorar hasta 48 horas la notificación a padres sobre abusos sexuales a sus hijos, bloqueando enmiendas para eliminar esta disposición.
El senador republicano Phil Fortunato propuso sin éxito una enmienda para obligar a los distritos escolares a reportar acusaciones de abuso al estado, iniciativa que también fue rechazada. «Esto es simplemente un esfuerzo para generar un efecto disuasorio sobre las personas de fe», afirmó la Catholic League.
El profesor Jonathan Turley, experto legal de la Universidad George Washington, calificó la ley como «abiertamente inconstitucional». En su sitio web, argumentó que ataca directamente el libre ejercicio religioso y plantea un dilema para los sacerdotes: alentar la confesión mientras advierten que todo puede usarse en su contra. «La única pregunta es por qué los demócratas consideran esta legislación más viable políticamente que constitucionalmente», escribió.