(Agencias/InfoCatólica) La apertura de la Puerta Santa ha marcado el comienzo del Año Santo Compostelano en el que los miles de peregrinos que se dirijan a Santiago podrán entrar en la Catedral por este acceso. En el momento de la apertura de la puerta, las 1.000 campanas de la ciudad repicaron a la vez para celebrar uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Santiago de Compostela.
La ceremonia comenzó con un acto civil en la plaza del Obradoiro, donde tropas del Ejército esperaron bajo la lluvia la llegada del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en representación del Rey de España, quien pasó revista y escuchó el Himno de España. La comitiva cruzó después la Catedral para salir por la puerta de Praterías y dar comienzo a la parte religiosa del acto.
En él, el nuncio papal ha leído el mensaje de Benedicto XVI en el que refirió al sepulcro del Apóstol como el lugar donde «acuden gentes de las más diversas regiones de Europa para renovar y fortalecer su fe». El Papa asegura que con el Año Santo se abre un tiempo especial «de gracia y perdón», una oportunidad para que los creyentes recapaciten «sobre su genuina vocación a la santidad de la vida» y los que han dejado «marchitar» su fe la recuperen.
Después de la lectura del mensaje del Papa, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, se ha acercado con un mazo de plata a la Puerta Santa, quien tras golpear tres veces ha derribado el muro de piedra colocado para la ocasión. Tras limpiar la puerta con ramos de laurel, la comitiva entró en el templo, deteniéndose cada miembro de la misma para recoger un par de piedras de la puerta santa.
Monseñor Barrio invita a despertar de la incertidumbre e indiferencia religiosa
El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, afirmó que espera que el Año Santo Compostelano 2010 sirva para «fortalecer la esperanza cristiana» en un momento, a su juicio, «fatigoso». En declaraciones a la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, con motivo de la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Compostela, acto con el que se inició el Xacobeo 2010, el arzobispo señaló que para afrontar el presente «hay que llegar a una meta, como ocurre en el Camino de Santiago». El arzobispo también dijo que la Iglesia pretende que el Año Santo el Año Santo fomente «el espíritu de conversión, a través de la oración y la caridad» y que ayude a «despertar» a la sociedad de la «incertidumbre moral, la indiferencia religiosa, la falta de discernimiento cristiano y la pérdida del sentido trascendente de la vida».
Entre los acontecimientos programados para este año, el arzobispo de Santiago de Compostela destacó el Encuentro internacional de la Familia, que tendrá lugar en mayo, y el Encuentro de Jóvenes de agosto para el que, avanzó, ya hay 9.000 jóvenes que quieren asistir, a pesar de que todavía no se haya abierto el plazo de inscripción.
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