(La Razón/InfoCatólica) Según informa el medio especializado Memri y diversas fuentes en redes sociales, el cartel publicado muestra a un encapuchado con un puñal frente a la fachada de una catedral española. El mensaje, escrito en inglés, llama a los simpatizantes a actuar por su cuenta:
«Haz tú mismo las próximas noticias y muéstrales tu enfado por lo que les está sucediendo a los musulmanes. ¡Sigue los pasos de tus hermanos que te precedieron y sembraron el miedo en los corazones de los incrédulos!».
Las catedrales españolas, en el punto de mira
Aunque el mensaje no especifica qué catedrales podrían ser objetivo de los ataques, la imagen difundida muestra un montaje con una fachada reconocible de un templo cristiano en España, lo que ha encendido las alarmas en las fuerzas de seguridad. Las autoridades han reforzado la vigilancia en los principales centros de culto, especialmente en aquellas ciudades con mayor afluencia turística y relevancia religiosa, como Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Sevilla o Córdoba.
Fuentes antiterroristas consideran que esta amenaza debe ser tomada en serio, dado el contexto actual de ataques en otros países europeos y los antecedentes de campañas contra objetivos cristianos en Occidente.
Un objetivo constante: la campaña global contra los cristianos
Desde 2016, el Estado Islámico ha promovido una campaña global de hostigamiento contra símbolos del cristianismo, y España, con su rico patrimonio religioso, figura entre los países que podrían ser blanco de futuros atentados. Los yihadistas han declarado su intención de atacar lugares de culto y templos emblemáticos, con el objetivo de sembrar el miedo y generar inestabilidad social.
Respuesta de las autoridades españolas
El Ministerio del Interior ha reforzado la cooperación con las fuerzas de seguridad europeas para vigilar posibles células durmientes o actores solitarios («lobos solitarios») que pudieran responder a estos llamamientos. Además, se ha aumentado la presencia policial en eventos religiosos y se ha recomendado extremar la vigilancia en torno a las celebraciones litúrgicas más concurridas.
Las autoridades piden a la ciudadanía mantener la calma pero estar alerta ante cualquier comportamiento sospechoso, en un contexto donde las amenazas, aunque recurrentes, no siempre se traducen en ataques inmediatos. Sin embargo, las fuerzas de seguridad consideran que cualquier mensaje de este tipo debe ser analizado con la máxima seriedad para evitar posibles tragedias.