(USCCB/InfoCatólica) «Como pastores, vemos el sufrimiento de tantas parejas que experimentan infertilidad y sabemos que su profundo deseo de tener hijos es bueno y admirable; sin embargo, el impulso de la Administración por promover la FIV, que acaba con innumerables vidas humanas y trata a las personas como propiedad, no puede ser la respuesta», afirmaron monseñor Daniel E. Thomas, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB), y monseñor Robert E. Barron, presidente del Comité para Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud.
Los obispos criticaron duramente la industria de la fecundación in vitro, señalando que «trata a los seres humanos como productos y congela o elimina a millones de niños que no son seleccionados para su transferencia al útero o que no sobreviven al proceso». En su opinión, la orden ejecutiva firmada el martes es «profundamente defectuosa» y contrasta «lamentablemente» con otras acciones provida recientes de la Administración.
A pesar de reconocer que las personas nacidas gracias a la FIV tienen la misma dignidad que cualquier otra, los obispos subrayaron su preocupación por aquellos «hermanos y hermanas que nunca tienen la oportunidad de nacer».
Los prelados expresaron su disposición a colaborar con el Gobierno en el desarrollo de políticas que impulsen la medicina reproductiva restaurativa, con el fin de tratar de forma ética las causas subyacentes de la infertilidad. No obstante, advirtieron que «se opondrán firmemente a cualquier política que amplíe la destrucción de la vida humana o que obligue a otros a subvencionar su coste».