(Kath/InfoCatólica) Europa sufre actualmente una debilidad conceptual que le impide hacer frente con decisión a los desafíos globales. Así lo ha manifestado el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, en una entrevista publicada el sábado por el diario italiano Eco di Bergamo.
«Europa tiene en estos momentos buenos anticuerpos para resistir crisis y desafíos. Pero el problema más grave es la falta de ideas de futuro que permitan responder con determinación a los competidores internacionales», ha afirmado Parolin, considerado el principal responsable de la diplomacia vaticana.
Según el purpurado, esta fragilidad conceptual radica en la relación del continente con su propia historia. «Europa tiene un profundo, y en parte justificado, miedo a su pasado», explicó. No obstante, recordó que junto a los episodios oscuros de su historia, también hay «muchos más momentos luminosos».
Para afrontar los grandes desafíos de la actualidad en ámbitos como la cultura, la migración y el comercio, el continente debe reencontrarse consigo mismo, insistió Parolin. Solo así podrá desempeñar un papel central en el actual escenario geopolítico.
El viejo debate sobre la Constitución Europea
En este sentido, el Secretario de Estado del Vaticano lamentó que, durante los debates sobre una Constitución europea, los Estados miembros descartaran una referencia explícita a las raíces judeocristianas del continente. En su lugar, se optó por una mención genérica al patrimonio cultural, humanista y religioso.
Esta decisión, en su opinión, debilitó la conciencia de los pueblos europeos sobre su pertenencia a un proyecto común de integración y erosionó el sentido de identidad europea. «En lugar de construir Europa sobre fundamentos y raíces profundas, se ha preferido un consenso de valores cambiante. Pero el futuro solo puede edificarse sobre el pasado», concluyó Parolin.