(LifeNews/InfoCatólica) Los hombres que experimentan dolor emocional tras la pérdida de un hijo por aborto han sufrido, en gran medida, en silencio. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que esto podría estar cambiando.
Un estudio danés, publicado el 1 de mayo de 2024 en JAMA Network Open, revela que los padres primerizos de bebés abortados, sin antecedentes de tratamiento psiquiátrico, mostraron un aumento en la necesidad de atención psicológica.
Utilizando el Registro Nacional de Pacientes de Dinamarca, los investigadores analizaron los embarazos registrados con resultados adversos. Examinaron los registros de 192.455 padres primerizos que vivieron una de las siguientes situaciones: aborto inducido, aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro, nacimiento de un bebé con bajo peso para su edad gestacional o con malformaciones congénitas menores o mayores.
De este grupo, se identificó a 8.221 padres afectados directamente por el aborto, para observar de cerca su impacto.
El impacto en la salud mental de los padres tras el aborto
Del total de padres estudiados:
- 7.409 experimentaron un aborto inducido en las primeras 12 semanas de gestación.
- 812 vivieron un aborto inducido tardío, es decir, a partir de la semana 13.
Los hallazgos del estudio muestran que los padres que experimentaron un aborto temprano (12 semanas o menos):
- Tenían una probabilidad un tercio mayor de recibir tratamiento sin necesidad de medicación, pero un 80% mayor de ser atendidos en un hospital psiquiátrico.
- Tenían un 90% más de probabilidades de recibir antidepresivos y un 40% más de requerir ansiolíticos.
- Un año después del aborto, su riesgo de necesitar hipnóticos (medicación para dormir) aumentaba en un 74%, y el de consumir ansiolíticos en un 79%.
Los padres que enfrentaron un aborto tardío (a partir de la semana 13):
- Tenían cuatro veces más probabilidades de recibir tratamiento sin medicación y un 60% más de ser atendidos en un hospital psiquiátrico.
- Hasta un año después, el riesgo de necesitar tratamiento psicológico sin medicación aumentaba casi cuatro veces y media.
El silencio del dolor masculino
Ante esta realidad, la Red de Hombres y Aborto (MAN) ha desarrollado un sitio web exclusivo para padres que sufren la pérdida de un hijo por aborto y para quienes desean brindarles ayuda.
Los investigadores advierten que sus hallazgos podrían estar subestimados, ya que muchos padres pueden haber experimentado síntomas psiquiátricos leves o graves sin buscar ayuda, o bien, haber solicitado atención, pero sin recibir tratamiento adecuado.
En conclusión, los padres primerizos que enfrentaron un aborto inducido tuvieron un mayor riesgo de iniciar un tratamiento psiquiátrico, tanto con medicación como sin ella. Por ello, los expertos subrayan que es fundamental crear mayor conciencia sobre los efectos psicológicos del aborto en los padres y fortalecer los sistemas de apoyo.
Este estudio contribuye a que la comunidad médica reconozca el sufrimiento de los padres que han perdido a sus hijos a causa del aborto. Oremos para que esto impulse a los profesionales de la salud a abrir sus corazones y mentes a una verdad que durante demasiado tiempo ha sido ignorada: Los hombres también sufren.