(CNA/InfoCatólica) La Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) de Estados Unidos emitió el pasado lunes un memorando ordenando la suspensión temporal de todas las ayudas financieras federales que puedan entrar en conflicto con las políticas del presidente Donald Trump. Entre los programas afectados se encuentran las subvenciones a organizaciones no gubernamentales, proyectos de diversidad, equidad e inclusión (DEI), ideología de género y el Green New Deal.
Aunque la medida entró en vigor el 28 de enero a las 17:00 horas, un juez federal en el Distrito de Columbia bloqueó temporalmente la orden el martes, dejando en suspenso su aplicación.
Ante esta decisión, la presidenta y CEO de Catholic Charities USA (Caridades Católicas), Kerry Alys Robinson, emitió un comunicado en el que destacó la labor de la organización en la asistencia a personas vulnerables y urgía a la administración a reconsiderar la medida. «Durante más de un siglo, la red de Catholic Charities ha trabajado junto al gobierno para cuidar de los pobres y vulnerables en cada comunidad de EE.UU., y seguimos dispuestos a colaborar para atender a nuestros vecinos necesitados», afirmó Robinson.
Asimismo, la líder de la organización advirtió del impacto negativo que esta congelación de fondos podría tener en millones de estadounidenses que dependen de los servicios de Catholic Charities. «Los millones de estadounidenses que dependen de este apoyo vital sufrirán debido a este esfuerzo sin precedentes por congelar la ayuda federal que respalda estos programas», señaló. «Las personas que perderán acceso a esta atención esencial son nuestros vecinos y familiares. Viven en cada rincón del país y representan todas las razas, religiones y afiliaciones políticas».
Catholic Charities USA opera en Estados Unidos desde hace más de un siglo y está compuesta por 168 agencias diocesanas que atienden a millones de personas cada año. Sus programas abarcan desde vivienda asequible y asistencia alimentaria hasta servicios de salud, desarrollo laboral y apoyo a inmigrantes. Más de la mitad de su financiación proviene de contratos con el gobierno.
«El año pasado, el 92% de los servicios brindados por las 168 agencias de Catholic Charities estuvieron dirigidos a cubrir necesidades básicas, como acceso a alimentos, vivienda, atención sanitaria y otras necesidades fundamentales para familias e individuos con dificultades», detalló Robinson.
A pesar de la preocupación generada, funcionarios de la administración Trump aclararon que los programas de asistencia individual, como Medicare, Medicaid, Seguridad Social, préstamos estudiantiles y cupones de alimentos, no se verán afectados.
Sin embargo, el impacto específico sobre Catholic Charities y otras organizaciones caritativas aún es incierto. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, fue consultada sobre si el presidente tenía intención de cortar permanentemente los fondos a ONG que faciliten la llegada de inmigrantes indocumentados, como Catholic Charities. «Estoy bastante segura de que el presidente firmó una orden ejecutiva que hace precisamente eso», respondió Leavitt.
El año pasado, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos rechazó las acusaciones de que Catholic Charities y otras organizaciones católicas estuvieran colaborando en la entrada ilegal de inmigrantes a través de la frontera con Texas. La situación sigue en desarrollo, a la espera de decisiones judiciales y políticas que definan el futuro de la financiación federal para estas organizaciones.
Se rescinde la orden ejectuiva
Ayer se dio a conocer que la jueza federal en Washington, Loren AliKhan, bloqueó temporalmente la implementación de la orden, argumentando que podría tener consecuencias negativas inmediatas para diversas comunidades.
Posteriormente, la Administración Trump decidió rescindir la directiva que paralizaba estos desembolsos, aunque afirmó que continuará revisando el gasto federal para eliminar lo que considera despilfarro.