(LSN/InfoCatólica) La orden establece que el Gobierno federal «no financiará, patrocinará, promoverá, asistirá ni apoyará la llamada ‘transición’ de un niño de un sexo a otro» y que «se aplicarán de manera estricta las leyes que prohíben o limitan estos procedimientos». Asimismo, el documento exige a las agencias gubernamentales revisar y modificar las políticas sanitarias que se fundamenten en las directrices de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH), a la que la administración Trump califica de «carecer de integridad científica».
La orden ejecutiva ordena a las agencias gubernamentales «rescindir o enmendar todas las políticas que dependan de la guía de WPATH», argumentando que «sus recomendaciones no se basan en estudios científicos sólidos y han promovido tratamientos experimentales con consecuencias irreversibles».
Además, se establece que los programas federales de cobertura médica, como Medicaid y TRICARE, deberán excluir la financiación de procedimientos de reasignación de sexo en menores. Según el texto, esta medida tiene como objetivo «proteger a los niños de intervenciones médicas que podrían causarles daños físicos y psicológicos irreversibles».
La orden también define el concepto de «mutilación química y quirúrgica», en referencia al uso de bloqueadores de la pubertad, terapias hormonales dirigidas a modificar la apariencia física y cirugías que alteren o eliminen órganos sexuales. Según la administración Trump, estas prácticas «ponen en riesgo la salud de los menores y no deben ser promovidas por el Estado».
Reacciones
Como cabía esperar organizaciones del lobby LGBTI han expresado su rechazo, calificando la orden como una restricción que puede afectar a los menores transgénero. En un comunicado, Human Rights Campaign declaró que la medida «es un ataque directo contra los derechos de los menores trans y sus familias» y advirtió sobre las posibles consecuencias de retirar el apoyo federal a este tipo de tratamientos.
Por otro lado, grupos que se oponen a estos procedimientos en menores han aplaudido la orden ejecutiva. Matt Sharp, asesor principal de Alliance Defending Freedom, declaró que la medida «protege a los niños de tratamientos irreversibles que han dejado secuelas físicas y emocionales en muchos jóvenes».
Uno de los testimonios que ha cobrado relevancia tras el anuncio es el de Jeff Younger, padre que ha estado involucrado en un proceso judicial para evitar que su hijo fuera sometido a un tratamiento de reasignación de sexo. Tras conocerse la orden ejecutiva, Younger publicó en redes sociales: «Donald J. Trump ha salvado a mi hijo», y aseguró que utilizará todas las vías legales a su alcance para detener los tratamientos médicos en su caso.
President Donald J. Trump saved my son.
— Jeff Younger (@JeffYoungerShow) January 28, 2025
I will use all possible avenues to get my son off chemical castration drugs.
The fight is not over. https://t.co/kw0UWkPJsF
Tema debatido en EE.UU
La orden ejecutiva se enmarca en el debate sobre la regulación de los tratamientos de reasignación de sexo en menores, un tema que ha cobrado relevancia en la política estadounidense. En los últimos años, varios estados han aprobado leyes que restringen estos procedimientos, mientras que otros han legislado para garantizar su acceso.
El anuncio de Trump representa un cambio en la postura del gobierno federal respecto a este tipo de tratamientos y podría influir en futuras regulaciones a nivel estatal. Asimismo, se prevé que la medida sea recurrida en los tribunales, lo que podría derivar en una batalla judicial en los próximos meses.