(Agencias/InfoCatólica) La Conferencia Episcopal Alemana, presidida por el obispo Georg Bätzing, ha expresado su rechazo a la reciente propuesta legislativa que busca implementar un sistema de consentimiento implícito para la donación de órganos en Alemania. Según Bätzing, esta medida, actualmente en debate en el Bundestag, podría provocar un «trauma significativo» en los familiares de donantes fallecidos, especialmente en situaciones de pérdida inesperada.
En Alemania, el sistema vigente requiere que los ciudadanos manifiesten explícitamente su deseo de ser donantes. El modelo de consentimiento implícito, similar al de España, asume que todos los adultos son donantes a menos que expresen lo contrario. Los defensores de este cambio argumentan que podría aumentar significativamente el número de órganos disponibles y reducir las listas de espera, donde tres pacientes fallecen diariamente a la espera de un trasplante. Sin embargo, Bätzing advirtió que este enfoque podría resultar contraproducente en una sociedad «altamente individualista», fomentando el rechazo ante lo que podría percibirse como una «obligación forzada».
Los obispos proponen como alternativa reforzar las campañas informativas y eliminar barreras en el sistema de trasplantes, fortaleciendo el carácter voluntario y consciente de la donación. Consideran que estas medidas son más efectivas a largo plazo para aumentar la disposición de los ciudadanos a donar órganos.
El debate se produce en un contexto en el que las cifras de donación en Alemania son alarmantemente bajas: solo 11,65 donantes por millón de habitantes en 2024, según datos de la Fundación Alemana para la Donación de Órganos. Esto contrasta con España, que lidera el mundo con 52,6 donantes por millón. Durante el año pasado, solo 953 personas donaron órganos tras su fallecimiento en Alemania, frente a los 8.260 pacientes que esperaban un trasplante.
Aunque el modelo español ha sido señalado como un ejemplo a seguir, su éxito no se limita a la legislación. España combina su sistema de consentimiento implícito con una sólida infraestructura médica y campañas educativas, elementos que los expertos consideran indispensables para cualquier reforma en Alemania.
En todo caso, nada cambiará hasta que no se reúna el próximo parlamento que saldrá de las elecciones del 23 de febrero. Dadas las posturas de cada partido sobre esta cuestión y dadas las encuestas, no parece fácil que vaya a cambiar la legislación.
Postura de los partidos
Unión Demócrata Cristiana (CDU) y Unión Social Cristiana (CSU): Tradicionalmente, estos partidos han apoyado el sistema de consentimiento expreso, donde la donación solo es posible si el individuo ha dado su consentimiento explícito. Sin embargo, algunos miembros han mostrado apertura hacia el modelo de consentimiento implícito para aumentar las tasas de donación.
Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD): El SPD ha respaldado iniciativas para implementar el consentimiento implícito, argumentando que podría incrementar el número de donantes y salvar más vidas.
Alianza 90/Los Verdes: Aunque algunos miembros apoyan el consentimiento implícito, el partido enfatiza la importancia de una discusión ética profunda y la necesidad de campañas informativas para educar al público sobre la donación de órganos.
Partido Democrático Libre (FDP): El FDP ha propuesto ampliar los criterios para la donación de órganos, sugiriendo que, además del diagnóstico de muerte cerebral, también se considere la donación tras un paro cardiorrespiratorio controlado, con el consentimiento previo del paciente. Esta medida busca aumentar el número de órganos disponibles para trasplante.
La Izquierda (Die Linke): El partido ha expresado reservas sobre el consentimiento implícito, abogando por mejorar la infraestructura de trasplantes y aumentar la educación pública para fomentar la donación voluntaria.
Alternativa para Alemania (AfD): La AfD se opone al consentimiento implícito, argumentando que cada individuo debe tomar una decisión consciente y voluntaria sobre la donación de órganos, sin presiones estatales.
Alianza por la Responsabilidad Social (BSW): Defiende que la decisión de donar órganos debe basarse en la libertad y la plena información de los ciudadanos, evitando cualquier percepción de presión estatal.