(UCA News/InfoCatólica) El Tribunal Supremo de India rechazó la apelación de Ramesh Baghel, un cristiano dalit, para enterrar a su padre, Subhash Baghel, en la tierra ancestral de su familia en el pueblo de Chhindawada, distrito de Bastar, en el estado de Chhattisgarh. En su lugar, ordenó que el cuerpo fuera trasladado a un cementerio cristiano situado a 40 kilómetros, en la aldea de Karkapal, para evitar un «problema de orden público».
El conflicto comenzó cuando los habitantes del pueblo, mayoritariamente hindúes indígenas, se opusieron al entierro en la propiedad familiar de Baghel debido a su conversión al cristianismo. La negativa también se extendió al uso del cementerio comunitario del pueblo, tradicionalmente reservado para hinduistas. Baghel, de 65 años, falleció el 7 de enero tras una enfermedad prolongada y su cuerpo ha permanecido en un depósito de cadáveres en Jagdalpur durante tres semanas mientras se resolvía la disputa legal.
Ante la oposición de los vecinos, Baghel acudió inicialmente a las autoridades locales y posteriormente al Tribunal Superior de Bilaspur, que también denegó la petición el 9 de enero, citando posibles tensiones sociales. La apelación llegó al Tribunal Supremo, donde los magistrados emitieron un fallo dividido: mientras la jueza B.V. Nagarathna apoyó a Baghel, el juez Satish Chandra Sharma mantuvo la decisión del tribunal estatal. Dada la urgencia de la situación, el caso no fue remitido a una sala de mayor tamaño.
El fallo del Supremo incluyó una instrucción para que las autoridades locales proporcionaran apoyo logístico y protección policial durante el entierro, con el fin de «aliviar el sufrimiento del apelante y su familia». No obstante, Baghel lamentó la falta de apoyo de la administración y acusó a la policía de estar influida por grupos hinduistas de derecha.
La región de Chhattisgarh ha sido testigo de un aumento en las tensiones religiosas. Según el último informe del Foro Cristiano Unido (UCF), Chhattisgarh registró 165 ataques contra cristianos en 2024, situándose como el segundo estado con más incidentes de este tipo, solo por detrás de Uttar Pradesh, que contabilizó 209.
La comunidad cristiana, que representa menos del 2% de los 30 millones de habitantes del estado, ha denunciado un creciente acoso y discriminación por parte de grupos pro-hindúes. En Chhindawada, unas 310 personas cristianas llevan dos años sometidas a un boicot social, según activistas locales.
Un pastor protestante que trabaja en la zona explicó que estos conflictos forman parte de un esfuerzo por parte de grupos nacionalistas para crear un estado teocrático hindú. Mientras tanto, el Tribunal Supremo expresó su pesar por la situación, lamentando que «un hombre tenga que llegar al Tribunal Supremo por el entierro de su padre».