(CNA/InfoCatólica) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido reinstaurar la conocida «Política de Ciudad de México», una normativa que prohíbe el uso de fondos gubernamentales para organizaciones extranjeras que realicen o promuevan abortos.
La medida fue oficializada a través de una orden ejecutiva firmada el viernes, revocando una disposición de 2021 introducida por el expresidente Joe Biden, quien había eliminado esta política vigente desde hace décadas. La «Política de Ciudad de México» fue inicialmente instaurada en 1985 por el entonces presidente Ronald Reagan y, desde entonces, ha sido derogada por presidentes demócratas y restablecida por republicanos. Durante su primer mandato, Trump amplió el alcance de la norma, incorporando nuevas iniciativas relacionadas con la salud pública.
La política establece que no se pueden destinar fondos de los contribuyentes estadounidenses a organizaciones no gubernamentales extranjeras que incluyan el aborto como método de planificación familiar, aunque deja fuera de su aplicación a gobiernos extranjeros y ciertos organismos internacionales. Su nombre se originó en la Segunda Conferencia Internacional sobre Población, celebrada en 1984 en la Ciudad de México, donde fue presentada por primera vez.
Esta decisión se suma a una serie de órdenes ejecutivas emitidas por Trump durante su primera semana en el cargo, abarcando temas como el cambio climático, la pena de muerte, inmigración y derechos de las personas transgénero. Algunas de estas medidas han generado controversia, incluyendo críticas por parte de líderes religiosos en el país.
Sin embargo, la orden recibió un respaldo significativo entre sectores provida. Lila Rose, fundadora de Live Action, celebró la medida en X: «¡GRAN decisión del presidente Trump al restablecer la Política de Ciudad de México, que garantiza que los contribuyentes estadounidenses NO financien el asesinato de bebés en el extranjero!». Por su parte, el exvicepresidente Mike Pence compartió en la misma plataforma: «La vida está ganando en Estados Unidos».
El representante de Nueva Jersey, Chris Smith, expresó optimismo respecto al impacto de la orden. En declaraciones a CNA, afirmó que el restablecimiento de la política podría abrir la puerta a una revisión exhaustiva de los programas internacionales financiados con recursos federales. «Es crucial que evaluemos qué se está haciendo con este dinero», indicó, señalando que incidentes como el uso de fondos del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA para realizar abortos en Mozambique subrayan la necesidad de mayor supervisión.
Smith, quien ha respaldado esta política desde su creación en los años 80, advirtió que los esfuerzos por limitar la financiación federal de abortos en el extranjero enfrentarán una fuerte oposición este año. «Estamos ante la punta del iceberg», aseguró.
Por otro lado, la senadora demócrata Patty Murray criticó enérgicamente la decisión, calificándola como una «política peligrosa» que limita el acceso a servicios de salud reproductiva fundamentales. Murray prometió que su partido tomará medidas para contrarrestar esta y otras iniciativas provida de la administración Trump.
En paralelo, Trump también firmó una orden revocando directrices de la administración Biden que, según afirmó, violaban la Enmienda Hyde. Esta norma, vigente desde 1980, prohíbe el uso de fondos federales para pagar abortos dentro del país, y Trump acusó a Biden de ignorar esta política al permitir el financiamiento de abortos electivos en diversos programas federales.