(LifeNews/InfoCatólica) El próximo 31 de enero, la ciudad de Barcelona (España) será sede del octavo Simposio Internacional de Voluntarios Líderes de 40 Días por la Vida, un movimiento provida global. Este evento reunirá a 150 representantes provenientes de 18 países, fortaleciendo una red internacional de oración y acción pacífica contra el aborto.
Fundada en Texas en 2004, 40 Días por la Vida comenzó como una iniciativa local y rápidamente se extendió a nivel federal en 2007. Actualmente, su presencia alcanza casi un millar de ciudades en 63 países alrededor del mundo. Desde sus inicios, se estima que más de 25.000 vidas han sido salvadas gracias a la presencia de voluntarios orantes cerca de clínicas de aborto. Además, 268 trabajadores de esta industria, entre ellos figuras emblemáticas como Abby Johnson, han dejado sus puestos. Johnson, antigua empleada de Planned Parenthood, inspiró la película «Unplanned», que logró un éxito significativo en taquilla tras su estreno en Estados Unidos.
Las campañas de 40 Días por la Vida, sincronizadas con Adviento y Cuaresma, consisten exclusivamente en oración silenciosa en las inmediaciones de centros de aborto. Sin interactuar con las mujeres ni los trabajadores, los voluntarios transmiten un mensaje claro: «No estás sola, rezamos por ti y tu bebé».
El simposio en Barcelona contará con la presencia de figuras clave del movimiento, como Shawn Carney, presidente y cofundador, junto a los abogados Matt Britton y Tomislav Cunovic, el director de vigilias internacionales Robert Coulqhoun y Nayely Rodríguez, líder de 40 Días por la Vida en España. Aunque el programa del evento no ha sido revelado, se espera que se aborden los desafíos recientes que enfrenta el movimiento en el país.
En 2022, el Gobierno español modificó el Código Penal, estableciendo penas de prisión o trabajos comunitarios para quienes, mediante actos considerados ofensivos, intimidatorios o coactivos, obstaculicen el derecho al aborto. En respuesta, 40 Días por la Vida en España publicó un protocolo de actuación para garantizar que sus actividades se mantengan pacíficas y dentro de la legalidad.
Según la organización, sus voluntarios se limitan «a rezar en un punto fijo de forma pacífica y silenciosa. No interpela a nadie; no se acerca a hablar con las mujeres que quieren abortar ni con los sanitarios. Por lo tanto, es imposible que haya acoso».
Este simposio será una oportunidad para consolidar el compromiso del movimiento con la oración como herramienta de esperanza y transformación, en un contexto de crecientes desafíos legales y sociales.