(InfoCatólica) En el comunicado, los obispos denuncian que el reglamento que se pretende implantar el 1 de septiembre carece de legitimidad legal, ya que, según afirman, no se ha alcanzado el acuerdo exigido por ley con la Iglesia católica ni con otros grupos religiosos afectados.
Los obispos subrayan que la reducción de las clases de religión a una hora semanal y su programación antes o después de las materias obligatorias vulneran el derecho de los padres creyentes a educar a sus hijos conforme a sus convicciones, tal y como recoge el artículo 53.3 de la Constitución de Polonia, en relación con el artículo 48.1. Asimismo, destacan que estas modificaciones limitan el derecho de los alumnos a recibir apoyo integral en su desarrollo, incluida su dimensión espiritual, conforme al artículo 1.3 de la Ley de Educación.
Además, los prelados advierten de que estas medidas también afectan los derechos laborales de los profesores de religión, garantizados por la Constitución. La KEP insta al Ministerio de Educación a reconsiderar estas decisiones y a buscar un diálogo constructivo que asegure el respeto a los principios fundamentales del Estado de Derecho y a los derechos de los ciudadanos creyentes.
Gobierno en contra de la Iglesia
El acoso del gobierno polaco contra la asignatura de religión ha sido una constante desde la llegada al poder de Donald Tusk. Los profesores se han manifestado contra dicho acoso y han pedido que se deje de perseguir a la Iglesia como en tiempos del comunismo. Por su parte, la Conferencia Episcopal Polaca está dispuesta a llegar hasta el Tribunal Constitucional para defender la asigntura, algo que parece importar poco o nada a la ministro de educación.