(CNA/InfoCatólica) La Corte Suprema de los Estados Unidos aceptó escuchar un caso que determinará si los padres tienen el derecho de excluir a sus hijos de los cursos escolares públicos que promuevan la homosexualidad, el transgenerismo y contenido sexual.
Padres católicos, ortodoxos y musulmanes están demandando a la Junta de Educación del Condado de Montgomery, Maryland, debido a una política que prohíbe a los padres excluir a sus hijos de cursos que promuevan la ideología de género, incluso a niños tan pequeños como de 3 o 4 años de edad.
Los jueces de la Corte Suprema probablemente escucharán este caso de libertad religiosa durante la próxima primavera.
Los padres, representados por el Becket Fund for Religious Liberty, han argumentado que la negativa de la junta a permitir estas exclusiones viola su derecho, garantizado por la Primera Enmienda, de dirigir la educación religiosa de sus hijos. Según los demandantes, los conceptos promovidos en los cursos están en conflicto con sus creencias religiosas.
«La junta escolar ha impuesto una indoctrinación de género inapropiada a nuestros hijos en lugar de enfocarse en las áreas fundamentales de la educación que necesitan para prosperar», dijo Grace Morrison, quien forma parte de la asociación Kids First, en un comunicado.
«Rezo para que la Corte Suprema detenga esta injusticia, permita a los padres criar a sus hijos de acuerdo con su fe y restaure el sentido común en Maryland una vez más», agregó Morrison.
Uno de los libros involucrados, titulado «¡Perrito del orgullo!», enseña a los niños de preescolar el alfabeto mediante una historia sobre un desfile de orgullo homosexual. El libro introduce a los niños a términos como «drag queen», «cuero» y «cremallera», y también menciona a Marsha B. Johnson, una drag queen, activista por los derechos homosexuales y que, en un periodo de su vida, trabajó como prostituta.
La demanda fue presentada en mayo de 2023.
En octubre de 2024, el distrito escolar decidió retirar «¡Perrito del orgullo!» y otro libro más del currículo escolar, aunque ambos permanecieron disponibles en las bibliotecas. Sin embargo, muchos otros libros que promueven la ideología de género continúan siendo obligatorios para todos los estudiantes.
«Imponer una ideología de género controversial a niños de 3 años sin el permiso de sus padres es un ataque a las tradiciones de nuestra nación, a los derechos parentales y a la decencia humana básica», expresó Eric Baxter, vicepresidente y asesor senior en Becket, en un comunicado.
«La corte debe dejar en claro que los padres, y no el estado, son quienes deben decidir cómo y cuándo introducir a sus hijos a temas sensibles sobre género y sexualidad», añadió Baxter.
Los padres no buscan prohibir los libros en las escuelas, sino simplemente pedir la opción de excluir a sus hijos de estos cursos.
Una encuesta publicada esta semana por Becket reveló que el 77% de los estadounidenses cree que los padres deberían tener la posibilidad de excluir a sus hijos de cursos escolares públicos que promuevan conceptos de identidad de género y sexualidad que entren en conflicto con las creencias religiosas de los padres. Solo el 23% de los encuestados se mostró en desacuerdo con las exclusiones.