(OrthodoxTimes/InfoCatólica) El Patriarca comenzó su mensaje subrayando que la historia de la Iglesia Ortodoxa Rumana está, en gran medida, entrelazada con la historia de la cultura rumana.
Citando al lingüista Sextil Pușcariu, señaló que la Iglesia ha sido una de las principales guardianas del patrimonio cultural de Rumanía, independientemente de los sistemas políticos que estuvieran en el poder.
Desafíos bajo el Comunismo
El establecimiento de un régimen comunista ateo en 1948 marcó un punto de inflexión para Rumanía.
Este régimen restringió significativamente las operaciones de la Iglesia y redujo drásticamente sus estructuras administrativas.
A pesar de las severas limitaciones, como la prohibición del culto público, los arrestos y la confiscación de bienes, la Iglesia mantuvo su esencia espiritual y sus actividades culturales mediante una resiliencia y adaptabilidad estratégicas.
Educación Teológica y Preservación Cultural
El Patriarca Daniel destacó el compromiso de la Iglesia con la educación teológica durante el comunismo.
A pesar de la nacionalización de las escuelas religiosas, la Iglesia Ortodoxa Rumana organizó seminarios e institutos teológicos que continuaron formando al clero.
Estas instituciones fueron fundamentales para preservar las enseñanzas teológicas y culturales de la Iglesia. Figuras notables, como San Dumitru Stăniloae, contribuyeron a este esfuerzo a pesar de ser políticamente marginados.
Publicaciones y Esfuerzos Artísticos
La Iglesia continuó publicando revistas teológicas y culturales, cruciales para la educación pastoral y la guía espiritual.
Bajo la dirección de sucesivos patriarcas, se mantuvieron publicaciones significativas como “Biserica Ortodoxă Română” (La Iglesia Ortodoxa Rumana) y “Studii Teologice” (Estudios Teológicos), que proporcionaron un espacio para el discurso teológico y la preservación cultural.
Además, la Iglesia apoyó diversas expresiones artísticas a través de talleres en monasterios, donde monjes y monjas producían arte que enriquecía el patrimonio cultural de Rumanía.
Estas actividades incluían escultura, bordado y pintura de iconos, a menudo bajo el patrocinio directo de la Iglesia para eludir las restricciones comunistas.
Eventos Culturales y Canonizaciones
La Iglesia organizó eventos culturales y canonizaciones, a pesar del clima político, para celebrar a los santos rumanos y los hitos históricos.
Estos eventos preservaron las tradiciones cristianas y sirvieron como puntos de referencia culturales que mantuvieron vivo el espíritu nacional.
Legado y Reconocimiento
El Patriarca Daniel concluyó reconociendo el papel de la Iglesia en la salvaguarda del patrimonio cultural y en la promoción internacional de la espiritualidad y cultura rumanas.
Subrayó la importancia de recordar y honrar a quienes trabajaron incansablemente bajo el comunismo para mantener y promover estos valores.