(CNA/InfoCatólica) La ley fue aprobada con 218 votos a favor y 206 en contra, reflejando la realidad política y social de un país partido en dos, aunque las últimas elecciones han servido para dejar claro que la mayoría de la población está en contra de la ideología woke, de la que el movimiento transgénero forma parte.
El proyecto de ley, presentado por el congresista republicano Greg Steube, de Florida, modifica el Título IX, una normativa federal de 1972 que prohíbe la discriminación basada en el «sexo». Según el texto del proyecto, se establecerá que la definición de «sexo» en el contexto deportivo corresponde a la «biología reproductiva y genética al nacer», excluyendo así la autoidentificación de género como criterio válido.
En concreto, el proyecto señala que «será una violación […] para un beneficiario de asistencia financiera federal que opere, patrocine o facilite un programa o actividad deportiva permitir que una persona cuyo sexo sea masculino participe en un programa o actividad destinado a mujeres o niñas».
Protegiendo los deportes femeninos
Los defensores de la medida subrayan que es necesaria para preservar la equidad en los deportes femeninos. Tras la aprobación de la ley, Steube afirmó:
«El Congreso ha cumplido su promesa de proteger los deportes femeninos. Los estadounidenses están unidos en nuestra convicción de que los hombres no tienen cabida en los deportes femeninos, ya sea batiendo récords, entrando a vestuarios o quitando oportunidades de becas».
Por su parte, el congresista August Pfluger destacó:
«Después de más de 50 años de logros bajo el Título IX, estamos reforzando esas bases con protecciones sólidas que garantizan la equidad en la competencia. Como padre de tres niñas, celebro que estemos defendiendo políticas de sentido común que empoderan y protegen los deportes femeninos».
Apoyo y oposición
La organización Alliance Defending Freedom celebró la aprobación del proyecto de ley. Su presidente, la abogada Kristen Waggoner, señaló:
«Permitir que hombres biológicos compitan en deportes femeninos destruye la competencia justa y borra las perspectivas atléticas de las mujeres. A medida que seguimos presenciando incidentes en todo el país en los que hombres dominan competencias femeninas, es imperativo afirmar que la biología, no la identidad, es lo que importa en el deporte».
Como cabía esperar, las asociaciones LGTBI han criticado duramente la medida. Kelley Robinson, presidenta de la Human Rights Campaign, advirtió:
«Todos queremos que los deportes sean justos, que los estudiantes estén seguros y que los jóvenes tengan la oportunidad de participar junto a sus compañeros. Pero este tipo de prohibición generalizada priva a los niños de esas cosas. Este proyecto de ley expondría a los menores al acoso y la discriminación, alentando a otros a cuestionar el género de aquellos que no se ajusten a una visión estricta de cómo deberían vestirse o lucir».
Contexto legal y político
El debate sobre el proyecto surge en un contexto de disputas legales tras la reinterpretación del Título IX por parte de la administración de Joe Biden, que amplió la protección contra la discriminación por «sexo» para incluir la identidad de género. Sin embargo, la semana pasada, un tribunal federal anuló estas modificaciones, argumentando que el Departamento de Educación excedió su autoridad y que la norma violaba la Constitución.
La ley ahora deberá enfrentar un difícil camino en el Senado, donde los republicanos cuentan con una mayoría de 53 escaños frente a 47 demócratas, pero necesitarán sumar el apoyo de al menos siete senadores demócratas para superar el filibusterismo y enviar la ley al despacho presidencial. En todo caso, parece que antes o después la ley será aprobada.
Por su parte, el presidente electo, Donald Trump, ya ha anunciado que tomará medidas ejecutivas en su primer día en el cargo para abordar este asunto, prometiendo «detener la locura transgénero» y asegurando que trabajará para mantener «a los hombres fuera de los deportes femeninos».