(Kath.net/Infocatólica) Tras los devastadores ataques de diciembre de 2023, en las que fallecieron 200 personas, los cristianos en el centro de Nigeria temían lo peor durante las festividades recién pasadas. Una organización juvenil cristiana advirtió sobre posibles nuevos ataques contra cristianos y exigió medidas contundentes contra las milicias fulani, conocidas por atacar pueblos cristianos desde hace años. Aunque el ejército intentó proteger a la población de la región, sus esfuerzos fueron infructuosos. Durante Navidad y Año Nuevo de 2024, los extremistas fulani atacaron varias aldeas cristianas, dejando un saldo de al menos 33 muertos solo en el estado de Benue, tras asaltar cinco localidades. Los agresores dispararon indiscriminadamente a los fieles que asistían a un servicio religioso y posteriormente incendiaron sus viviendas.
El Cinturón Medio, una región bajo constante amenaza
La situación en el «Cinturón Medio» de Nigeria es especialmente alarmante. Esta fértil región, que se extiende varios cientos de kilómetros a lo largo del país y está habitada mayoritariamente por cristianos, lleva años siendo objetivo de ataques de milicias islamistas.
Los datos son devastadores: decenas de miles de personas han sido asesinadas y millones han tenido que huir de la región. Según el pastor Peter Fuchs, director de Christian Solidarity International Alemania (CSI-Alemania), detrás de estos ataques hay una estrategia de conquista con un claro trasfondo religioso. Fuchs explica:
«De forma oficial, se describe el conflicto en Nigeria como una lucha entre pastores y agricultores por tierras y los efectos del cambio climático. Sin embargo, detrás de los ataques contra los cristianos suelen estar combatientes de la etnia fulani, en su mayoría musulmanes con una larga tradición yihadista. Si se analiza detenidamente, el conflicto tiene un marcado componente religioso. No es casualidad que se ataque específicamente a cristianos pacíficos y sus iglesias, que sacerdotes y religiosos sean secuestrados y asesinados».
El pastor Fuchs subraya que la comunidad internacional debe reconocer la gravedad del problema y tomar medidas para proteger a las comunidades cristianas en Nigeria. Mientras tanto, los habitantes del «Cinturón Medio» viven con miedo constante, enfrentándose a una violencia que no da tregua.