(InfoCatólica) El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica ha publicado un decreto en el que se formaliza la intervención del Instituto religioso de derecho diocesano Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Este instituto, que cuenta con presencia en numerosos países, ha sido objeto de una Visita Apostólica llevada a cabo entre 2021 y 2024 para evaluar su situación interna y la autenticidad de su carisma.
El decreto, firmado el 8 de diciembre de 2024 y aprobado específicamente por el Papa Francisco, designa a la Hna. Clara Echarte, F.I., como Delegada Pontificia para gobernar el Instituto y liderar un proceso de reforma integral. Entre las medidas más destacadas, se ha establecido la prohibición de aceptar nuevas candidatas y de admitir novicias durante los próximos tres años, como respuesta a las graves deficiencias detectadas en los procesos formativos y de discernimiento vocacional.
Fundamentos de la decisión
La intervención responde a un informe detallado presentado por la Visitadora Apostólica, que señala serios problemas en la formación de las religiosas, el discernimiento vocacional, y el gobierno interno del Instituto. Asimismo, se destaca la persistencia de un vínculo inadecuado con el fundador, p. Carlos Buela, declarado culpable de graves delitos por la Sede Apostólica. A pesar de su fallecimiento en 2022, el fundador sigue siendo venerado como un "sacerdote intachable" en el Instituto, organizándose peregrinaciones a su tumba y difundiendo sus escritos, lo que contraviene las disposiciones del Vaticano y alimenta una narrativa que desacredita a las víctimas.
El documento también señala la falta de preparación de las religiosas que asumen responsabilidades de gobierno y formación dentro del Instituto, así como un uso excesivo de manuales y reglamentos que obstaculizan una vida religiosa más auténtica.
Medidas
Para abordar estas problemáticas, el Dicasterio ha conferido a la Delegada Pontificia plenos poderes de gobierno, incluyendo la posibilidad de derogar las Constituciones del Instituto si lo considera necesario. Además, la Hna. Clara Echarte deberá constituir un equipo de trabajo integrado por miembros del Instituto y expertos en derecho canónico y teología de la vida consagrada para revisar profundamente las normativas internas y asegurar una reforma efectiva.
La Delegada Pontificia contará con la asistencia de la Hna. María José Gay Miguel, C.M.T., y tendrá la facultad de nombrar otros colaboradores según lo requiera la situación. También se mantendrá en contacto continuo con los obispos de las diócesis donde el Instituto desarrolla su misión, especialmente en Velletri-Segni (Italia) y San Rafael (Argentina), lugares clave en su fundación y desarrollo.
Garantizar la autenticidad del carisma
El decreto enfatiza la importancia de estas reformas para garantizar la autenticidad del carisma del Instituto y su fidelidad a la misión evangelizadora de la Iglesia. También llama a todos los miembros del Instituto a acoger las decisiones de la Santa Sede con espíritu de fe, caridad y obediencia, y a colaborar activamente en este proceso de renovación.
