(InfoCatólica) El cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, ha reflexionado sobre el papel de los católicos LGBTQ en la Iglesia y su contribución a la sociedad, especialmente en el ámbito de la adopción y la crianza de niños. En un artículo publicado en Outreach, el prelado destacó cómo estas personas, a menudo marginadas, muestran una resiliencia admirable y una firme voluntad de vivir su fe a pesar de las dificultades.
«Muchas personas LGBTQ saben lo que significa el amor sacrificado, especialmente cuando asumen el papel de padres para niños que de otro modo no tendrían un hogar», afirmó el cardenal. Según Cupich, estos actos de amor concreto y generoso encarnan el Evangelio en su dimensión más profunda.
El prelado también abordó las experiencias de rechazo que muchas personas LGBTQ han compartido con él. Relató casos de parejas que, tras adoptar niños, se han enfrentado a obstáculos para bautizarlos o inscribirlos en escuelas católicas debido a su orientación sexual. Estas experiencias, explicó, han llevado a algunos a sentirse «como leprosos modernos».
El cardenal destacó la perseverancia de estos creyentes en su fe, a pesar de dicho rechazo, y su deseo de formar parte activa de la comunidad eclesial. «Los católicos LGBTQ valoran profundamente la vida comunitaria y están convencidos de que tienen algo significativo que aportar a la Iglesia».
El cardenal Cupich enfatizó la importancia de escuchar y comprender las realidades de las personas LGBTQ en lugar de emitir juicios apresurados. Subrayó que su contribución, especialmente en el cuidado y la crianza de los niños, representa un ejemplo del amor sacrificado que todos los cristianos están llamados a practicar.
Finalmente, animó a la Iglesia a acoger a estas personas con respeto y reconocimiento, recordando que «todos somos hijos de Dios» y que en la sinodalidad encontramos un camino para caminar juntos hacia una vida de fe más plena e inclusiva.
Doctrina católica
La doctrina católica sobre la homosexualidad y la adopción de niños por parejas homosexuales, que emana de la Revelación y la Tradición, fue ratificada por un documento del año 2003 de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuando estaba presidida por el entonces cardenal Ratzinger, posteriormente Papa con el hombre de Benedicto XVI. En aquel documento se puede leer:
La integración de niños en las uniones homosexuales a través de la adopción significa someterlos de hecho a violencias de distintos órdenes, aprovechándose de la débil condición de los pequeños, para introducirlos en ambientes que no favorecen su pleno desarrollo humano. Ciertamente tal práctica sería gravemente inmoral y se pondría en abierta contradicción con el principio, reconocido también por la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos del Niño, según el cual el interés superior que en todo caso hay que proteger es el del infante, la parte más débil e indefensa.
Las agencias católicas de adopción en EE.UU, que sí son fieles a la doctrina católica, han enfrentado diversas batallas judiciales por negarse a tramitar adopciones por parejas homosexuales. Especialmente desde que en el 2016 Barack Obama decretó que cualquiera agencia que se negara a tramitar ese tipo de adopciones no podría recibir fondos federales. En ese mismo sentido se pronunció la Cámara de Representantes del estado de Virginia. Tal política fue anulada por Donald Trump en su primer mandato presidencial.
En varias ocasiones las agencias y las leyes que las protegen han recibido el apoyo de obispos del país. Así ocurrió en mayo del 2018, cuando la Conferencia Episcopal de EE.UU felicitó a los estados de Kansas y Oklahoma por blindar la objeción de conciencia de las agencias de adopción cristianas.
Las sentencias han ido casi siempre en la misma línea. En septiembre del 2019, un juez federal falló a favor de una agencia católica en el estado de Michigan.
Finalmente, la Corte Suprema del país norteamericano sentenció a favor de una agencia de adopción católica de Filadelfia que se negaba a tramitar adopciones para parejas del mismo sexo.
Sin embargo, Cupich está lejos de ser una excepción a la oposición a la doctrina católica sobre la homosexualidad y la adopción de niños. En mayo del 2022, la web oficial del Sinodo sobre sinodalidad publicó el testimonio de tres parejas homosexuales que habían adoptado niños.