(CNAd/InfoCatólica) «Si los padres no quieren que su hijo se confiese como parte de la preparación y el sacerdote decide excluirlo de la Primera Comunión, eso no es correcto», afirmó Könemann. Según ella, esto implica que el sacerdote utiliza su autoridad para determinar quién puede recibir los sacramentos, algo que califica de inapropiado.
La confesión en la enseñanza católica
La Iglesia católica enseña que la confesión es una preparación necesaria para recibir dignamente la Eucaristía, especialmente en caso de pecado grave. El Código de Derecho Canónico (CIC, Can. 915-916) otorga al sacerdote la responsabilidad de garantizar que los sacramentos se administren según la doctrina y disciplina de la Iglesia. El Catecismo de la Iglesia Católica (1457) subraya que el sacramento de la penitencia es esencial antes de comulgar en estado de pecado mortal. Según esta doctrina, recibir la comunión en pecado grave constituye una ofensa seria que contradice la santidad del sacramento.
No obstante, Könemann sugiere que esta insistencia podría ser un ejemplo de «clericalismo», al imponer reglas que limitan la libertad de decisión de los padres y del niño.
La profesora también abordó el tema del poder en las relaciones pastorales. Según Könemann, la autoridad atribuida a sacerdotes o catequistas, ya sean clérigos o laicos, puede ser un terreno propenso a abusos. Este riesgo, dice, no se limita únicamente al ámbito del clero, sino que involucra también a religiosos y laicos.
Un ejemplo que mencionó fue el contacto físico no consensuado, como «abrazar a alguien sin asegurarse de que la otra persona lo desea». Igualmente, criticó que un sacerdote pueda rechazar la comunión en la mano, afirmando que ello interfiere con la libertad del fiel de decidir cómo recibir el sacramento. Lo cierto es que a día de hoy es mucho más fácil encontrarse con un sacerdote que se niegue a dar la comunión en la boca que en la mano.
Profesora en la Facultad de Teología Católica de Münster
Judith Könemann, nacida en 1962, es una teóloga y académica alemana especializada en pedagogía religiosa, investigación educativa y estudios de género. Realizó sus estudios en teología católica, sociología y educación en las universidades de Münster y Tubinga. En 2002, obtuvo su doctorado en la Facultad de Teología Católica de Münster con una tesis sobre las formas de religiosidad en la modernidad tardía.
A lo largo de su carrera, Könemann ha ocupado diversos cargos académicos y de investigación. Entre 1992 y 1997, fue asistente de investigación en el Seminario de Teología Pastoral y Educación Religiosa en Münster. Posteriormente, trabajó en el centro educativo católico Haus Ohrbeck y dirigió la formación de asistentes pastorales y parroquiales en la diócesis de Osnabrück. De 2005 a 2009, fue directora del Instituto Suizo de Sociología Pastoral en St. Gallen y directora ejecutiva de la Comisión de Planificación Pastoral de la Conferencia Episcopal Suiza. Desde 2009, es profesora de Educación Religiosa, Investigación Educativa y Estudios de Género en la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Münster, donde también dirige el Centro de Estudios Teológicos de Género.