(ElDebate/InfoCatólica) A menudo conocida como «la Bella Desconocida», la catedral de Palencia ha vivido en la sombra durante siglos, ganándose también el calificativo de «la poco visitada». Sin embargo, esta tendencia parece estar cambiando. Por primera vez en su historia, en 2024, este icónico templo ha logrado superar la cifra de los 60.000 visitantes. «Los visitantes a la seo palentina han ido creciendo mes a mes desde la celebración del VII Centenario y desde la espléndida muestra de arte sacro Renacer en el año 2023», comenta José Luis Calvo Calleja, canónigo responsable del Patrimonio y Turismo de la catedral. «En concreto, el pasado año fueron 60.627 personas las que, poco a poco, estén logrando que sea 'conocida'», agrega.
El mayor número de visitantes proviene de Madrid, con más de 11.000 personas. Les siguen los de Valladolid (casi 2.900), Barcelona (2.500) y Vizcaya (2.144). Además, Calvo Calleja destaca el incremento del turismo internacional, especialmente en los meses de verano. Los turistas extranjeros más frecuentes provienen de Francia (1.011), Portugal (479), Países Bajos (313), Alemania (234), Italia (278), Reino Unido (274), Estados Unidos (251), Argentina (111) y México (103). «Algunos proceden de lugares tan lejanos como Tailandia, Taiwán, Vietnam y China», puntualiza.
«El conocimiento de nuestra catedral de Palencia se va internacionalizando, y esperamos que, en este Año Santo, por ser el templo jubilar diocesano, irá creciendo como centro de espiritualidad y de peregrinación, lo que redundará en más visitas y de mucha más calidad», asegura el canónigo.
Un templo gótico lleno de historia
De acuerdo con la información publicada en su página oficial, la construcción de este imponente templo gótico comenzó el 1 de junio de 1321. Para entonces, las célebres catedrales ‘francesas’ de Burgos y León estaban casi terminadas, mientras que el estilo gótico comenzaba a adaptarse a las peculiaridades de España. Sin embargo, el contexto de crisis social, política y económica que atravesaba el reino de Castilla ralentizó enormemente las obras.
No fue hasta principios del siglo XV cuando el proyecto recuperó impulso, aunque enfrentando múltiples dificultades. Finalmente, entre las últimas décadas de ese siglo y las primeras del XVI, los trabajos alcanzaron su fase decisiva, dándole al templo su apariencia actual. Hoy, la catedral de Palencia es reconocida como una de las más amplias de España, destacando tanto por su dimensión como por su relevancia histórica y arquitectónica.