(Ecclesia/InfoCatólica) «Familia, fuente de esperanza», es el lema con el que la Iglesia celebra la Jornada de la Sagrada Familia el próximo 29 de diciembre, en la que los obispos españoles proponen a la familia cristiana como «un lugar de encuentro y apertura» en medio de un momento de «transformación» y en el que «las dinámicas sociales pueden llevar a la división».
En la nota publicada por la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española, señala que el Jubileo 2025 en Roma es una invitación «a fortalecer los lazos de amor en nuestras relaciones y a reconocer la dignidad de cada persona».
Y es que como se hace hincapié en el comunicado, la familia cristiana «es llamada a ser testigo de esta misericordia divina, que no se cansa de perdonar y de renovar todas las cosas. En este tiempo de gracia, es fundamental que nos esforcemos por restaurar la confianza y el respeto mutuo, comenzando por el seno del hogar«, subraya, al tiempo que sostiene que esta institución es «un lugar de encuentro y apertura, donde se vive la reciprocidad, el amor y la fecundidad».
La familia como estructura en la que se aprende «el sentido de la solidaridad, la gratuidad y el cuidado del otro
En este sentido, los obispos han hecho referencia a las palabras del Papa Francisco cuando, en repetidas ocasiones, ha hecho referencia a un cambio de época con desafíos económicos, políticos, culturales o tecnológicos «que generan incertidumbre y pueden llevar a la desesperanza, pretendiendo reducir al ser humano a un mero individuo, fácilmente manipulable por los poderes que buscan intereses egoístas».
Frente a ello, Francisco recuerda que la familia «es la comunidad que une persona y sociedad».
Este hecho, puntualizan,»se convierte en una fuente de esperanza en una sociedad herida por el aislamiento, la soledad y la ruptura de los lazos comunitarios« porque, según expresan los obispos de la Subcomisión episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, »la familia es la primera y fundamental estructura en la que se aprende el sentido de la solidaridad, la gratuidad y el cuidado del otro«.
El comunicado tampoco olvida a aquellas familias que pasan por momentos difíciles, quienes sufren la enfermedad, la pérdida de seres queridos, la pobreza o la incomprensión.
El mensaje concluye pidiendo a la Sagrada Familia de Nazaret que interceda por todas las familias, para que sean»fuente de esperanza y luz en un mundo que tanto lo necesita«. »Que el año jubilar que comenzamos sea un tiempo de gracia que nos permita redescubrir la belleza del amor familiar y la alegría de ser 'peregrinos de esperanza' en el camino hacia el reino de Dios, enfatizan.