(InfoCatólica) Mientras en muchos lugares se va perdiendo el significado de la fiesta de Navidad, incluso en el lenguaje que deriva en un simple «Felices fiestas», hay otros en los que creativamente se buscan maneras de que esa pérdida no avance y se recupere en la sociedad y en las familias el verdadero significado.
A veces es con pequeñas iniciativas, como la que ha llevado a cabo Mons. Krzysztof Włodarczyk, obispo de Bydgoszcz, incorporando a la diócesis la costumbre de la bendición de los «bambinelli», la figura del Niño Jesús del Belén.
El obispo bendijo en la Iglesia de la Santísima Trinidad de Bydgoszcz varios cientos de figuras del Niño Jesús, que pronto se incluirán en los belenes domésticos. La iniciativa originaria de Italia es una respuesta a la «comercialización» de la Navidad.
La costumbre se remonta a Pablo VI, que en 1969 impartió la bendición a las figuras traídas por niños el 21 de diciembre de aquel año. La fecha más común para hacerlo es el IV domingo de Adviento. Sin embargo los polacos lo han adelantado al domingo Gaudete (III domingo de Adviento).
De este modo los niños comienzan pueden empezar a preparar un «belén» doméstico: «Cada día añaden más figuras para que el 24 de diciembre -la noche de Navidad- esté la más importante, Jesús», explica el padre Michael Borowski.
El capellán de los niños y moderador del Movimiento Eucarístico Juvenil añadió que esta idea se practicará a partir de ahora en la diócesis de Bydgoszcz.
¿Por qué? Pues porque hace poco, a finales de noviembre, se podían ver adornos navideños en la ciudad, una feria. Incluso algunas personas han decorado árboles de Navidad y no se ve a Jesús en el horizonte. Nos oponemos a esto. Iremos recogiendo las figuras, con las que iremos montando el belén. Para que el 24 de diciembre podamos acoger al Recién Nacido entre nosotros, en nuestras familias», subrayó.
Delante del altar, también había figuras más grandes de José y María, y en el lugar destinado a Jesús, el logotipo del Movimiento Eucarístico Juvenil: «Es una organización dirigida principalmente a los niños, cuyo objetivo es enseñar que el Señor Jesús está presente ante todo en la Eucaristía», dijo el padre Michał Borowski, enumerando los pilares sobre los que los miembros del ERM deben construir su vida cotidiana: «Vivid la Misa, leed el Evangelio, amad al prójimo y sed el decimotercer Apóstol. Os animo a seguir este camino», dijo.