(InfoCatólica) Según Momigliano, lo ocurrido afecta negativamente al diálogo interreligioso y no contribuye a la lucha contra el antisemitismo.
El rabino calificó el gesto como «particularmente preocupante» al venir del Papa Francisco. «Es un paso más para privar a Jesús de su identidad histórica», declaró Momigliano, según informó el portal hebreo Moked.it. El vicepresidente de la Unión de Comunidades Judías de Italia (UCEI) se sumó a las críticas, subrayando que esta representación puede dañar las relaciones entre el cristianismo y el judaísmo.
Palestina atormentada
La escena del belén proviene de Belén y fue entregada al Papa Francisco por el embajador palestino ante la Santa Sede, Issa Kassissieh, el pasado sábado. Según el diario francés La Croix, la kufiya no formaba parte originalmente de la escena, sino que fue colocada por un miembro de la delegación palestina momentos antes de la llegada del Papa. Durante su discurso en la presentación, Francisco mencionó a la «Palestina atormentada» y señaló que el belén recuerda a «hermanos y hermanas que sufren la tragedia de la guerra en diversas partes del mundo».
El acto también incluyó una misa celebrada en las grutas vaticanas, solicitada por representantes palestinos, durante la cual el sacerdote franciscano Ibrahim Faltas recordó la profunda conexión de los Papas con Tierra Santa. El religioso indicó que el embajador Kassissieh y el jefe del comité presidencial palestino para asuntos eclesiásticos, Ramzi Khoury, le habían pedido que celebrara un servicio religioso por la paz tras la reunión.