(InfoCatólica) El Papa Francisco continuó este miércoles su ciclo de catequesis sobre la acción del Espíritu Santo, centrándose en los frutos del Espíritu mencionados por San Pablo en su Carta a los Gálatas: amor, alegría, paz, paciencia, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Subrayó que estos frutos son el resultado de una cooperación activa entre la gracia divina y la libertad humana.
El Pontífice destacó especialmente la alegría, un fruto que, según sus palabras, «llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús». Recordó que, aunque las alegrías terrenales son pasajeras, la alegría evangélica es duradera, capaz de renovarse constantemente y de multiplicarse al compartirla con los demás.
Citando su exhortación Evangelii Gaudium, afirmó que el encuentro con el amor de Dios despierta el deseo de comunicarlo a los demás, convirtiéndose en un motor esencial para la evangelización. «La alegría del Evangelio no se comunica con caras largas, sino con el entusiasmo de quien ha encontrado un tesoro escondido», agregó.
El Papa Francisco evocó también la figura de San Felipe Neri, conocido como «el santo de la alegría», quien evangelizó con su carácter jovial y su amor incondicional por Dios, ejemplificando cómo la alegría auténtica puede transformar vidas.
Llamado a la oración por la paz:
En los saludos finales, el Santo Padre recordó el inicio del tiempo de Adviento y animó a los fieles a prepararse para la Navidad irradiando la alegría que brota del encuentro con Cristo. Asimismo, renovó su llamado a la oración por el «martirizado pueblo ucraniano», pidiendo especialmente por los niños que enfrentan un invierno muy duro, así como por la paz en Tierra Santa.