Francisco pide que la Iglesia acompañe a los adúlteros y amancebados

Mensaje a los miembros del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II

Francisco pide que la Iglesia acompañe a los adúlteros y amancebados

El Papa recibió ayer en audiencia a los miembros del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia. En su discurso el Santo Padre subrayó el papel central de las familias en la vida de la Iglesia y en la construcción de una sociedad solidaria y pidió acompañar a todos los que viven amancebados o en adulterio.

(InfoCatólica) En la Sala Clementina, el Papa Francisco pronunció un breve discurso a los miembros del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, con motivo del inicio del año académico. En su intervención, Francisco destacó el valor de las familias como «lugares privilegiados para aprender y experimentar las prácticas esenciales de una Iglesia sinodal».

El Pontífice recordó las conclusiones del reciente Sínodo de los Obispos, subrayando que las familias no solo deben ser destinatarias de la pastoral familiar, sino también sujetos activos en la edificación de la Iglesia y en su compromiso con la sociedad.

Francisco lamentó las realidades de discriminación y desigualdad, especialmente hacia las mujeres, y enfatizó la igualdad en dignidad y misión entre hombres y mujeres en el plan de salvación.«En Cristo Jesús no hay hombre ni mujer, ambos son herederos de la promesa», afirmó citando a San Pablo.

El Papa también resaltó la riqueza del sacramento del Matrimonio, comparándolo con el «vino bueno» servido en las bodas de Caná. En este sentido, elogió la importancia de las primeras comunidades cristianas, que se formaron en torno a núcleos familiares abiertos y acogedores.

Francisco llamó a la Iglesia a ser una madre inclusiva, acogiendo a todos, sin excepciones, y proporcionando una atención pastoral que sea «misericordiosa y alentadora». Al respecto, recordó la importancia de acompañar a quienes atraviesan situaciones difíciles (ndr:pecado), como las parejas que conviven sin casarse o las personas divorciadas y vueltas a casar, destacando su papel como hermanos en la fe y receptores de los dones del Espíritu Santo. Lo cierto es que la Escritura y la Tradición son muy claros al respecto: ni los adúlteros ni los fornicarios que no se arrepienten de su pecado heredarán el Reino de los cielos

Francisco instó al que lleva el nombre de el Papa que, al contrario que el actual Pontífice, recordó que no se puede dar de comulgar a los divorciados vueltos a casar (Familiaris consortio 83), a continuar con investigaciones críticas y estudios que examinen el papel del matrimonio y la familia en diversas culturas, promoviendo un diálogo abierto con otras instituciones académicas y sociales. Asimismo, alentó a que las sedes del Instituto en todo el mundo sigan apoyando a las familias, ayudándolas a ser testigos del amor, la fidelidad y la apertura a la vida.

Francisco concluyó su mensaje animando a la comunidad académica a caminar juntos en estilo sinodal, priorizando el diálogo y la escucha de la Palabra de Dios, que se revela también en las voces de los demás. Finalmente, pidió oraciones por su ministerio y bendijo a los presentes deseándoles un año académico fructífero.

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