(LifeSiteNews/InfoCatólica) El pasado 16 de noviembre, el Daily Mail publicó una noticia controvertida: «Hombres trans y lesbianas tendrían prioridad para acceder a tratamientos de fertilización in vitro (FIV) financiados por el NHS, dos años antes que las parejas heterosexuales».
Según el informe, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) ha propuesto un plan que otorgará a hombres trans y mujeres lesbianas acceso prioritario a tratamientos de FIV financiados por el estado, adelantándose en dos años a las parejas heterosexuales. Los «hombres trans» son mujeres que se identifican como hombres y, por tanto, pueden quedar embarazadas si no han perdido su fertilidad debido a hormonas o medicamentos. Además, este plan también prioriza a mujeres solteras sobre parejas casadas, sin que se expliquen las razones detrás de esta decisión.
La fertilización in vitro es un procedimiento que implica la creación de embriones en laboratorios para ser implantados manualmente en pacientes. Este procedimiento no es aprobado por la Iglesia por ser inmoral, ya que, para poder ser realizado, muchos embriones son descartados, congelados o utilizados en investigaciones. Asimismo, la separación de la procreación de la intimidad conyugal se opone con el orden natural.
El nuevo plan del NHS establece criterios específicos. Según el informe, las lesbianas, las mujeres que se identifican como hombres y las mujeres solteras «serán elegibles de inmediato para la FIV financiada por el NHS —con un costo estimado de £5,000 por ciclo— si cumplen con otros criterios, como tener un índice de masa corporal entre 19 y 30, no fumar, ser menores de 43 años y no tener una pareja con hijos de relaciones anteriores». Por el contrario, «las parejas heterosexuales todavía deberán demostrar que no pueden tener un bebé de forma natural durante al menos dos años».
En esencia, el estado está proporcionando tratamientos de fertilidad a través de procedimientos artificiales para quienes no pueden tener hijos naturalmente. Según el Daily Mail:
«Los cambios propuestos cubrirán una gran parte de Inglaterra, incluyendo Derbyshire, Nottinghamshire, Northamptonshire, Leicestershire y Lincolnshire. Los planes, explicados en un documento titulado The Case for Change (‘El caso para el cambio’), estarán sujetos a una consulta pública de ocho semanas que finaliza en enero, lo que significa que la nueva política podría entrar en vigor el próximo año. Las parejas heterosexuales donde uno de los miembros ya tenga hijos biológicos no verán cambios en las reglas actuales que les prohíben acceder a tratamientos de fertilidad financiados por el NHS».
En lugar de un debate amplio sobre la moralidad del procedimiento, algunas críticas han señalado que la propuesta es discriminatoria. Lucy Marsh, del Family Education Trust, afirmó: «Como mínimo, estas propuestas parecen profundamente discriminatorias hacia las familias tradicionales». Sin embargo, otros argumentan que el enfoque debería centrarse en el impacto de estas políticas en los embriones humanos, quienes son creados en laboratorios y a menudo almacenados indefinidamente o descartados.
La propuesta del NHS ha generado discusiones sobre los derechos de las parejas heterosexuales y los estándares éticos en torno a los tratamientos de fertilidad. Mientras el estado amplía el acceso a la FIV, las preocupaciones éticas y sociales en torno a la cosificación de los embriones humanos siguen siendo un tema central en el debate público.