(InfoCatólica) En una nueva carta dirigida al Colegio Cardenalicio, a los Prefectos y responsables de las Instituciones de la Curia, el Papa destacó un tema de gran relevancia para la sostenibilidad económica de la Santa Sede: la gestión del Fondo de Pensiones. En la misiva, el Pontífice recordó el concepto de déficit cero como uno de los objetivos primordiales en la búsqueda de una estabilidad financiera sostenible.
El Papa señaló la preocupación histórica de los Pontífices en torno a la sostenibilidad del Fondo, subrayando la necesidad de garantizar prestaciones dignas para los empleados actuales y futuros de la Santa Sede. Sin embargo, de acuerdo con análisis recientes realizados por expertos independientes, el Fondo de Pensiones enfrenta un desequilibrio estructural que, de no ser abordado con urgencia, podría poner en riesgo las obligaciones previsionales para generaciones futuras:
«Lamentablemente, el dato que ahora emerge, tras los últimos análisis profundos realizados por expertos independientes, indica un grave desequilibrio prospectivo del Fondo, cuya dimensión tiende a ampliarse con el tiempo en ausencia de intervenciones: en términos concretos, esto significa que el sistema actual no es capaz de garantizar a medio plazo el cumplimiento de la obligación previsional para las generaciones futuras»
Nombramiento del cardenal Farrell
Ante esta situación, el Papa anunció la decisión de nombrar a Su Eminencia Kevin C. Farrell como Administrador Único del Fondo de Pensiones. Este nombramiento, según el Pontífice, representa un paso crucial hacia una reforma necesaria para preservar la estabilidad del Fondo, asegurando justicia y equidad para las generaciones presentes y venideras.
El Papa hizo un llamado a la colaboración de todos en esta etapa de cambio, destacando la necesidad de medidas urgentes, generosidad y sacrificios para lograr los objetivos planteados. Asimismo, pidió el apoyo y las oraciones de todos los involucrados en este proceso.
Este nombramiento y la iniciativa reflejan el compromiso del Papa con una administración transparente y responsable de los recursos de la Santa Sede, en un momento en que la sostenibilidad económica se ha convertido en una prioridad esencial.
Texto completo de la carta (tradución no oficial):
Eminentísimos Reverendos Hermanos, queridos hermanos:
En la carta del pasado 16 de septiembre al Colegio Cardenalicio, tuvimos la oportunidad de recordar el concepto de "déficit cero" como uno de los principales objetivos a perseguir con determinación para garantizar la sostenibilidad económica de nuestra organización.
Con esta carta, deseo llamar su atención sobre otra cuestión que me preocupa particularmente hoy, porque debemos afrontar problemas graves y complejos que corren el riesgo de agravarse si no se abordan a tiempo. Me refiero a la gestión de nuestro Fondo de Pensiones, ya considerado uno de los temas centrales de la reforma económica, constituyendo un asunto en el centro de la "preocupación" de los Papas que se han sucedido desde la creación de esta institución.
Todos aquellos que, a lo largo del tiempo, han examinado este tema han estado responsables, animados por la preocupación de asegurar un modelo de previsión equitativo a favor de la comunidad al servicio de la Santa Sede y del Estado, y de cumplir con la responsabilidad moral de otorgar prestaciones dignas a quienes tienen derecho, en compatibilidad con los recursos económicos disponibles. Para este propósito, se han realizado diferentes estudios, pero el resultado de la gestión actual del sistema de pensiones, teniendo en cuenta el patrimonio disponible, genera un importante déficit.
Lamentablemente, el dato que ahora emerge, tras los últimos análisis profundos realizados por expertos independientes, indica un grave desequilibrio prospectivo del Fondo, cuya dimensión tiende a ampliarse con el tiempo en ausencia de intervenciones: en términos concretos, esto significa que el sistema actual no es capaz de garantizar a medio plazo el cumplimiento de la obligación previsional para las generaciones futuras. Todos somos plenamente conscientes de que son necesarias medidas estructurales urgentes, no postergables, para lograr la sostenibilidad del Fondo de Pensiones en el contexto general de los recursos limitados disponibles de toda la organización, y una cobertura previsional adecuada para los empleados presentes y futuros, en una perspectiva de justicia y equidad entre las diferentes generaciones. Se trata de decisiones delicadas que requerirán una sensibilidad, generosidad y disposición al sacrificio por parte de todos.
A la luz de lo considerado, deseo comunicarles la decisión, tomada hoy, de nombrar a Su Eminencia Kevin C. Farrell como Administrador Único del Fondo de Pensiones, considerando que esta elección representa, en este momento, un paso esencial para responder a las dificultades que nuestro sistema previsional debe afrontar en el futuro. Aunque aprecio profundamente la contribución, hecha con ponderación, de aquellos que en estos años se han ocupado de este delicado tema, creo que ahora es indispensable recorrer esta nueva etapa, fundamental para la estabilidad y el bienestar de nuestra comunidad, con prontitud y unidad de visión, para que las intervenciones necesarias sean realizadas con la mayor diligencia.
A todos ustedes, les pido una colaboración particular para facilitar este nuevo e ineludible camino de cambio. Confiando en el apoyo y el respaldo de todos, les pido que acompañen este momento con sus oraciones.