(CNA/InfoCatólica) Striet ha asegurado en una entrevista a Katolische:
«De la soteriología clásica, es decir, de la doctrina según la cual Dios tuvo que expiar de manera vicaria los pecados de la humanidad en la cruz, me despido con firmeza»
La soteriología, o doctrina de la salvación a través de Cristo, es dogmáticamente fundamental. Según la creencia clásica, Jesucristo sufrió en la cruz en sustitución por los pecados de la humanidad, posibilitando así la salvación de todos. Esta doctrina bíblica fue reafirmada por el Concilio de Trento y es compartida por cualquiera que merezca el nombre de cristiano, ya sea católico, protestante u ortodoxo.
«Pero, ¿no sería maravilloso que Dios, desde el principio, hubiera tenido la voluntad de compartir su semejanza con toda vida que apareciese en su universo y de encontrarse con ella?», continuó Striet.
Striet comentó textualmente sobre el credo cristiano central, formulado en el Concilio de Nicea:
«Los Padres del Concilio intentaron entonces encontrar formulaciones que hasta hoy constituyen algo así como el ‘consenso mínimo’ de la fe cristiana. Sin embargo, también esto es objeto de controversia.»
En el Credo de Nicea se destaca la fe en un único Dios, la divinidad de Cristo («Dios verdadero de Dios verdadero»), su encarnación «por nuestra salvación», su muerte, resurrección y ascensión, así como la fe en el Espíritu Santo.
La afirmación central de que Dios se hizo humano en Jesucristo se ha «vuelto a disipar» en la actualidad, según Striet. Argumentó que «las iglesias están muy ocupadas consigo mismas y con los escándalos que han generado. Apenas se discuten cuestiones teológicas centrales».
«Y el fuerte antropocentrismo de la fe cristiana también desconcierta: ¿se puede creer seriamente que, después de 13.800 millones de años, que es la edad de este universo, Dios se hizo hombre para encontrarse con los humanos en forma humana?», pregunta con ironía.
Por ello, «la duda» persiste: «En el universo infinito, el ser humano parece desempeñar un papel secundario y bastante irrelevante. Al mismo tiempo, hasta donde sabemos, es la única forma de vida en la Tierra capaz de actuar con semejante racionalidad».
Ante la pregunta de si el credo podría «modificarse», respondió: «No lo veo posible en este momento. Tampoco lo considero necesario». Lo que le parece mucho más interesante es «si existe un debate vivo sobre si es posible seguir creyendo en lo que el Credo dicta».
«Confiar aquí en una autoridad doctrinal que pretende hacer prescripciones autoritarias me parece ilusorio», concluyó Striet.
Teólogo sinodal
Se da la circunstancia de que Magnus Striet es uno de los dos teólogos de referencia del Camino Sinodal alemán e ideólogo de la nueva moral sexual propuesta por la Iglesia alemana.