(NarraTelevisión/InfoCatólica) En la madrugada del sábado, el Santuario de San Miguel de Aralar fue objeto de un ataque vandálico, cuando desconocidos incendiaron la puerta principal del acceso y dejaron pintadas una estrella de David y la palabra «Jude» en la misma, evocando un símbolo de odio que recuerda a la persecución de judíos durante el régimen nazi.
El Arzobispado de Pamplona ha confirmado que el suceso ocurrió alrededor de las dos de la mañana, según las imágenes captadas por las cámaras de seguridad. Se observó una fuerte llamarada, probablemente provocada por un líquido inflamable, que consumió lentamente la puerta de madera hasta ser detectada por el sustituto del encargado del santuario, quien trató de extinguir el fuego con un extintor antes de alertar a los servicios de emergencia.
Los Bomberos de Navarra, junto con patrullas de la Guardia Civil y la Policía Foral, acudieron al lugar para controlar el incendio, que había producido una significativa acumulación de humo en el interior del templo, que data de los siglos IX y XII. Afortunadamente, no se registraron daños personales durante el incidente.
El capellán del santuario, Alfonso Garciandía, llegó rápidamente al lugar para atender a los equipos de emergencia, explicando que los atacantes habían accedido desde la parte trasera del edificio, ocultos en el monte.
La Iglesia Navarra ha condenado este ataque, describiéndolo como «una agresión sufrida» por uno de los centros de espiritualidad más antiguos y arraigados en la región. Han expresado su firme rechazo ante el acto de vandalismo y han confiado en que la investigación policial esclarezca los hechos lo antes posible. Además, han reafirmado su compromiso con la tolerancia y el respeto, asegurando que el santuario permanecerá abierto para acoger a fieles, peregrinos y visitantes.
El Santuario de San Miguel de Aralar está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque la puerta dañada no tiene un gran valor histórico o artístico, el templo sigue siendo un importante lugar de devoción que combina historia, espiritualidad y arte.
Las autoridades y la comunidad católica local esperan que este lamentable suceso no disuada a los fieles y visitantes de acercarse a este emblemático lugar, que continúa con planes de mejora y desarrollo, incluyendo la remodelación de la pequeña ermita de la Trinidad y la adecuación de una hospedería cercana.
La comunidad se mantiene firme en su deseo de paz y unidad, asegurando que el Santuario de San Miguel seguirá siendo un faro de esperanza y acogida en Navarra.