(InfoCatólica) El congreso tiene como objetivo principal analizar y reflexionar sobre el papel crucial que estos religiosos desempeñaron en los primeros años de la evangelización del continente americano, defendiendo a los pueblos indígenas y actuando como mediadores culturales entre las civilizaciones europeas y nativas.
Recientemente se han cumplido 500 años de la llegada a lo que hoy en México de los franciscanos que evangelizaron a los pueblos indígenas.
Un evento conmemorativo de alcance internacional
El Congreso Internacional fue inaugurado en una ceremonia que ha contado con una nutrida asistencia de participantes procedentes de diversas partes de la península, además de la presencia de destacadas autoridades del ámbito cultural y académico. Entre los asistentes se encontraban la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deporte de la Junta de Extremadura, María Victoria Bazaga, quien acudió en representación de la presidenta del gobierno regional; el director de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, Juan Carlos Moreno; y la directora de la Real Academia de Extremadura de las Letras y de las Artes, María del Mar Lozano Bartolozzi. Estas dos entidades son, además, coorganizadoras del evento.
El programa del congreso contempla la participación de expertos académicos procedentes de universidades de México, Estados Unidos, Italia y España. Las sesiones académicas, que se celebran en el Monasterio de Guadalupe y en el antiguo convento San Francisco de Cáceres, están abordando múltiples aspectos relacionados con la evangelización franciscana, así como las repercusiones culturales, antropológicas, sociales y políticas de su labor misionera.
El papel de los «Doce Apóstoles de Méjico»
Los llamados «Doce Apóstoles de Méjico» fueron un grupo de frailes franciscanos que partieron del convento cacereño de Belvis de Monroy en 1524, enviados por el emperador Carlos V para apoyar la evangelización del recién conquistado territorio de Nueva España (actual México). A su llegada al puerto de Veracruz, fueron recibidos por Hernán Cortés, quien ya había establecido las primeras bases del dominio español en la región. Desde ese momento, los frailes comenzaron a desarrollar una intensa labor misionera que iba más allá de la conversión religiosa: se implicaron profundamente en la defensa de los derechos de los indígenas.
El director de la Fundación Yuste, Juan Carlos Moreno, destacó durante la inauguración del evento que la organización de este congreso es «un imperativo ético y de justicia» porque reconoce el «mérito, el arrojo y el compromiso evangélico» de los franciscanos que llegaron a México para difundir la paz y el bien. Asimismo, se subrayó la relevancia de su labor humanizadora, que sigue siendo hoy un referente en la defensa de los derechos humanos en Iberoamérica.
Por su parte, la consejera de Cultura, María Victoria Bazaga, afirmó que la Junta de Extremadura mantiene una estrecha relación con Hispanoamérica, trabajando de la mano con los países de la región, y subrayó que «compartimos una historia común» que debe seguir siendo un punto de encuentro en las relaciones culturales y políticas.
Ponencias destacadas
Entre las primeras intervenciones académicas, el profesor John F. Chuchiak, de la Universidad Estatal de Misuri (EE.UU.), ofreció una ponencia en la que analizó cómo las misiones franciscanas en Nueva España se convirtieron en puntos de encuentro entre los colonizadores y las comunidades indígenas. Según explicó Chuchiak, estas misiones no solo eran centros de evangelización, sino también espacios donde se producían intercambios de creencias, costumbres y conocimientos. Los frailes desempeñaron un papel crucial como mediadores culturales, adaptando las enseñanzas cristianas a las tradiciones locales y, al mismo tiempo, introduciendo nuevas estructuras sociales que transformaron profundamente la vida de los pueblos nativos.
Otra de las ponencias destacadas de la primera jornada fue la de Pilar Panero García, profesora de la Universidad de Valladolid, quien se centró en los desafíos lingüísticos y culturales que enfrentaron los primeros franciscanos al llegar a América. Panero subrayó cómo estos frailes, a pesar de las barreras idiomáticas, lograron aprender las lenguas nativas y contribuyeron de manera decisiva a su conservación y difusión, algo que contrasta con la destrucción cultural que, en muchos otros contextos, acompañó a la gesta española.
Actividades culturales y clausura
El congreso no solo cuenta con ponencias académicas, sino que también incluye un variado programa de actividades culturales. El viernes 25 de octubre se celebrará un concierto extraordinario en la Concatedral de Cáceres, titulado «Música y Evangelización en los Virreinatos Españoles». En este concierto se interpretará por primera vez un repertorio musical basado en las composiciones que los misioneros utilizaban en su labor evangelizadora en América.
La clausura del evento se llevará a cabo el sábado 26 de octubre en el convento de Belvis de Monroy, lugar de origen de los franciscanos que protagonizan este congreso. Está previsto que durante la ceremonia de clausura se rinda un homenaje a los «Doce Apóstoles de Méjico» y a su legado, que ha perdurado durante cinco siglos y sigue siendo una fuente de inspiración en la defensa de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos indígenas.