(CH/InfoCatólica) Una Freedom of Information request (*) reveló que la Universidad de Nottingham puso la advertencia en la colección medieval de 24 cuentos que narran las historias de peregrinos que van a la Catedral de Canterbury para visitar el santuario de Santo Tomás Becket, según informa el Daily Telegraph.
La universidad ha considerado necesario advertir a los estudiantes que la icónica colección de relatos, que representa una de las primeras y más fundamentales representaciones de la peregrinación en el canon literario inglés, contiene expresiones de la fe cristiana junto con descripciones de «violencia y enfermedad mental».
«¿A partir de qué momento de la historia vamos a censurar los textos literarios, dado que la mayoría están impregnados de una visión cristiana del mundo?» dice Andrea Williams, directora ejecutiva de Christian Concern. «Las advertencias sobre temas cristianos en la literatura son degradantes para la fe cristiana y obstaculizan el progreso académico de nuestros estudiantes».
Ella argumenta que «sin una comprensión de la fe cristiana, no habrá forma de que los estudiantes accedan al mundo de Chaucer y sus contemporáneos», y que «censurar las expresiones de la fe cristiana es borrar nuestra herencia literaria».
Añade:
«La verdadera educación promueve y fomenta la comprensión, no la evasión. Nuestras universidades deberían permitir a los estudiantes, que han elegido estudiar algunas de las mejores obras de la literatura inglesa, la libertad de pensamiento académico para formarse su propia opinión en lugar de implantar advertencias tendenciosas sobre la fe cristiana».
Aunque los cuentos también contienen referencias explícitas a la violación y al antisemitismo, la advertencia de la universidad no mencionaba estos temas, según señala el periódico Mail on Sunday, que presentó la solicitud.
«Advertir a los estudiantes sobre las expresiones cristianas de fe en Chaucer es extraño», dijo Frank Furedi, de la Universidad de Kent, al Mail on Sunday:
«Dado que todos los personajes de las historias están inmersos en una experiencia cristiana, es inevitable que haya muchas expresiones de fe».
Concluye:
«El problema no son los estudiantes que quieren leer a Chaucer, sino los académicos ignorantes que solo buscan aparentar afán de superioridad moral».
Un portavoz de la universidad dijo al periódico que «promueve la diversidad», argumentando que incluso los cristianos practicantes podrían tener dificultades con «aspectos de la cosmovisión tardo-medieval» que son «alienantes y extraños».
El juicio sobre Chaucer se produce en un contexto en el que cada vez más obras literarias importantes son consideradas merecedoras de tales advertencias, en medio de una alarmante preocupación sobre cómo la educación superior está cada vez más bloqueada por agendas progresistas de izquierda, perdiéndose los principios del pensamiento crítico y la libertad académica, mientras que los estudiantes se ven privados de una educación genuinamente abierta y enriquecedora.
Recientemente, varias universidades, incluida Nottingham, han anunciado que dejarán de usar el término «anglosajón» debido a preocupaciones sobre sus aparentes connotaciones «racistas».
La Cambridge University Press cambió el nombre de su Anglo-Saxon Journal a «Early Medieval England and its Neighbours», mientras que la Universidad de Nottingham anunció que eliminaría el término «anglosajón» de su plan de estudios de inglés en un esfuerzo por «descolonizarlo».
Como bien dice la Escritura, el número de necios es infinito.
(*) La Freedom of Information request) es un mecanismo legal que permite a ciudadanos, periodistas o cualquier persona solicitar el acceso a información o documentos en poder de organismos públicos, como gobiernos, universidades o instituciones financiadas con fondos públicos. Estas leyes de transparencia buscan garantizar que los gobiernos y las instituciones públicas operen de manera abierta y responsable, permitiendo que el público pueda conocer cómo se toman decisiones y cómo se gastan los recursos.