(Fides/InfoCatólica) Según fuentes locales consultadas por Agencia Fides, el edificio impactado había sido alquilado desde 2006 a la televisión Al-Manar, vinculada al movimiento chií proiraní Hezbolá, durante la anterior guerra entre Israel y Hezbolá. En las últimas semanas, la casa había acogido a chiíes desplazados del sur del Líbano que huían de la ofensiva israelí. Inicialmente llegaron personas mayores, pero más tarde empezaron a refugiarse familias con niños.
El ataque israelí aparentemente se desencadenó cuando un oficial de pagos de Hezbolá llegó al edificio con una importante suma de dinero destinada a ser distribuida entre los refugiados. El bombardeo destruyó el edificio y dejó un saldo de al menos 23 víctimas, según los últimos informes desde el lugar.
«Nuevamente, la población libanesa se pregunta cómo Israel pudo conocer con tanta precisión el momento exacto de la llegada del oficial», comentan nuestras fuentes. Observadores militares señalan que el ejército israelí busca no solo destruir arsenales de armas y municiones, sino también las reservas de dinero en efectivo de Hezbolá, un recurso clave en un país sumido en una profunda crisis financiera desde finales de 2019.