(CNA/InfoCatólica) Un reciente informe de EWTN News/RealClear Opinion Research ha puesto de manifiesto una tendencia preocupante: más de la mitad de los católicos en Estados Unidos acuden a la confesión con menor frecuencia de lo que exige la Iglesia, o incluso nunca lo hacen. Sin embargo, el estudio también revela un dato alentador: el porcentaje de católicos que se confiesan con regularidad ha aumentado en comparación con años anteriores, especialmente en diócesis que han promovido activamente el sacramento.
El 18% de los encuestados en 2024 indicó que nunca se confiesa, mientras que el 24% lo hace menos de una vez al año. No obstante, estas cifras representan una mejora en comparación con 2022, cuando el 35% de los católicos afirmaba no confesarse nunca y el 28% acudía con una frecuencia menor a la anual. Actualmente, el 42% de los católicos asegura confesarse al menos una vez al año, en cumplimiento con las directrices de la Iglesia, y el 16% lo hace al menos una vez al mes, en comparación con el 10% que lo hacía mensualmente en 2022.
El papel de las iniciativas diocesanas
Diócesis como las de Washington y Arlington (Virginia), que comparten gran parte del área metropolitana de Washington D.C., han sido pioneras en iniciativas que promueven el sacramento de la confesión. Desde hace más de una década, ambas diócesis colaboran en el programa The Light Is On for You, diseñado para facilitar que los católicos regresen a la confesión durante las épocas penitenciales de Cuaresma y Adviento. Durante estos periodos, todas las parroquias abren sus puertas los miércoles por la noche para que los fieles puedan recibir el sacramento de la reconciliación.
El éxito de esta iniciativa ha sido notable. El padre Donald Planty, párroco de San Carlos Borromeo en Arlington, afirma que en su parroquia han decidido mantener las confesiones todos los miércoles por la noche durante todo el año debido al aumento de la demanda. Desde que se implementó el programa en 2014, se han escuchado aproximadamente 25.000 confesiones en las noches de los miércoles.
«Si lo ofreces, la gente vendrá», explica el padre Planty, quien ha encontrado una fórmula sencilla pero efectiva para atraer a más personas al sacramento: hacer la confesión más accesible y predicar sobre su importancia en la misa. Además, destaca la importancia de crear un ambiente acogedor en el confesionario, especialmente para aquellos que han estado alejados del sacramento durante mucho tiempo.
«En el sacramento de la penitencia, el Señor Jesús te recibe con los brazos abiertos. Perdona tus pecados y los olvida, para que puedas comenzar una nueva vida con su amor y su gracia en tu corazón», comenta Planty, quien también subraya que no existe pecado que no pueda ser perdonado. «No hay pecado imperdonable. No hay pecado imperdonable. No hay pecado imperdonable», repite en sus homilías para animar a los fieles a acudir a la confesión.
Éxito en otras diócesis
El modelo de The Light Is On for You se ha replicado en varias diócesis de Estados Unidos, como Dallas, Portland (Maine), Scranton (Pensilvania), y Syracuse (Nueva York), entre otras. En Syracuse, la canciller y directora de comunicaciones Danielle Cummings también ha observado un aumento significativo en el número de personas que acuden a confesarse.
«Hemos visto que personas que llevaban 50 años sin confesarse han regresado gracias a esta iniciativa», comenta Cummings. «No se trata de un servicio de penitencia típico, simplemente mantenemos la iglesia abierta, con un ambiente de oración y sacerdotes disponibles para escuchar confesiones cuando las personas estén listas».
Además, varias parroquias de la diócesis de Syracuse han decidido agregar horarios permanentes para la confesión debido a la creciente demanda. Cummings añade que la clave del éxito de la iniciativa ha sido mantenerla sencilla: «Lo que realmente hace es recordar a las personas lo aliviadas que se sienten cuando salen del confesionario, como si les hubieran quitado un gran peso de encima».
La importancia de la confesión regular
El padre Wade Menezes, miembro de los Padres de la Misericordia y autor del libro Overcoming the Evil Within, es un ferviente defensor de la confesión mensual. Según él, muchos católicos evitan la confesión porque temen ser juzgados o regañados por sus pecados, o simplemente porque no comprenden la importancia del sacramento. Menezes afirma que la confesión regular, junto con la participación en la Eucaristía, es fundamental para el crecimiento espiritual y la paz interior.
«Estos dos sacramentos, la confesión y la Eucaristía, son los que nos sostienen en nuestra vocación diaria, sea cual sea», explica Menezes. «Es una tragedia que algunos católicos se mantengan alejados de la confesión durante tanto tiempo».
Aunque muchos sacerdotes están sobrecargados de trabajo, Menezes les anima a hacer más tiempo para este sacramento. «Dios no se deja ganar en generosidad», afirma. «Si hacemos más espacio para la confesión, Él encontrará maneras de aligerar nuestra carga en otras áreas de nuestra labor pastoral».
El impacto positivo de programas como The Light Is On for You demuestra que, cuando se ofrece más acceso y se predica sobre la importancia de la confesión, muchos católicos vuelven a redescubrir el sacramento y a beneficiarse de su gracia. Como concluye Cummings:
«Recomendaría este programa a cualquier diócesis que quiera reavivar el espíritu sacramental en sus fieles».
La influencia del avivamiento eucarístico
El sacramento de la confesión tiende a estar muy relacionado con el de la Eucaristía, ya que para comulgar se requiere que el fiel esté en gracia de Dios, algo que ocurre casi siempre despúes confesarse. Cabe recordar que el 10º Congreso Eucarístico Nacional en Estados Unidos, celebrado del 17 al 21 de julio de este año en Indianápolis, fue un evento histórico que reunió a casi 60,000 participantes. Este congreso marcó el clímax del Avivamiento Eucarístico Nacional, una iniciativa de tres años impulsada por los obispos de EE. UU. para renovar la fe en la Eucaristía.
El evento incluyó adoración, procesiones eucarísticas y diversas sesiones catequéticas y litúrgicas. Y, por supuesto, el número de confesiones se contó por miles.
Todo esto indica que cuando en la Iglesia se hacen bien las cosas, la situación puede mejorar notablemente, aunque a veces los frutos puedan parecer escasos en un primer momento.
