(Juanjo Romero/InfoCatólica) El viernes 4 de octubre tendrá lugar en Santiago de Compostela una de las citas más esperadas por estudiosos y seguidores de la obra de J.R.R. Tolkien. Con las IV Jornadas de Católicos y Vida Pública la Asociación Católica de Propagandistas propone con estas jornadas abordar tanto obra escrita de Tolkien y como su adaptación a otros formatos desde el punto de vista de la historia, la mitología, la lingüística, la filología o la música.
Participan, entre otros, Enrique García-Máiquez, Diego Blanco, Alejandro Rodríguez de la Peña, Emilio Domínguez, Alfredo Panadero, Ignacio Saavedra Inaraja, Pablo Mato Collazo o Ángel Ruiz Pérez.
Con ocasión de las Jornadas hemos tenido la oportunidad de charlar con Emilio Domínguez, que acaba de publicar una biografía sobre el Padre Huidobro, cuya causa de beatificación está recibiendo un nuevo impulso («Padre Huidobro, héroe de almas legionarias»)
Profesor de inglés, «legionario» porque eso no se deja nunca uno de serlo, escribió la tesis sobre Roy Campbell, luego publicada «Roy Campbell Marginación, Exilio y Conversión». Especialista en autores católicos o conversos ingleses como H. Belloc, G. K. Chesterton, C. S. Lewis, J. R. R. Tolkien ha participado en obras colectivas sobre Chesterton o Tolkien con una mirada singular: el impacto de la guerra en sus obras. El sábado intervendrá en el congreso con la ponencia «Memorias del Campo de Batalla».
La guerra, la milicia y la amistad están detrás del acercamiento de Domínguez a esos autores e inevitablemente iba saltando de uno a otro haciendo hincapié en la trascendencia que tienen en los católicos hoy con un mensaje esperanzador.
Domínguez señalaba cómo la experiencia de Tolkien en la Primera Guerra Mundial influyó en su obra literaria. Sirvió en el frente occidental, utilizó sus experiencias de guerra para crear mundos ficticios llenos de esperanza y redención. «Él no tenía mucha predilección por el mundo militar», comentó Domínguez, señalando que Tolkien se sirvió de la guerra como una fuente de inspiración para su mitología, por la experiencia y por la oportunidad que le ofreció para la introspección.
Uno de los aspectos más destacados por Domínguez es la capacidad de Tolkien para transformar sus experiencias de guerra en una narrativa de esperanza. «Tolkien supo estar a la altura, tanto como soldado como escritor», afirma. A pesar de las adversidades y la brutalidad de la guerra, Tolkien logró crear un mundo literario que ofrece una visión optimista y esperanzadora. «Él no lo hace en negativo, él lo torna en positivo», añade Domínguez, subrayando la habilidad de Tolkien para encontrar luz en la oscuridad.
Una brutalidad que no solo se notaba en el campo de batalla, también en el desierto en el que iba transformándose Oxford con la partida, sin regreso, de alumnos, compañeros y amigos.
Esas inspiraciones eran compartidas con «los Inklings», un grupo literario que incluía a Tolkien, C.S. Lewis y otros escritores. Estos encuentros, que se llevaban a cabo en el pub «The Eagle and Child», fueron fundamentales para el desarrollo de sus obras. «Esos encuentros en los Inklings eran como un banquete de razón y flujo de almas», dijo Domínguez, destacando la importancia de la camaradería y el intercambio de ideas entre los miembros del grupo y cómo el choque entre visiones de la vida les enriqueció.
Para Emilio D., la obra de Tolkien sigue siendo relevante hoy en día, también en el mundo hispano. Domínguez explicó que Tolkien y otros escritores como Chesterton ofrecen una luz de esperanza en tiempos oscuros. «Ellos representan ese encuentro con la esperanza, esa luz hacia la esperanza en todos esos caminos que ahora mismo están cerrados».
Domínguez destacó cómo Tolkien, a través de su literatura, ofrece una visión de esperanza y resistencia en tiempos de adversidad. «En estos tiempos que corren, es el momento de demostrar que pueblo es el más valiente», afirma, haciendo eco de los temas de valentía y sacrificio presentes en sus obras.
Con este «buen aperitivo» Emilio Domínguez nos cita en las jornadas tolkenianas.