(The Pillar/InfoCatólica) «La idea básica es que nadie debe ser excluido ni estigmatizado por sí mismo», dice el texto, lo que supone que, a diferencia de lo que estaba ocurriendo hasta ahora, nadie será despedido por el mero hecho de pertenecer a AfD
La guía de los obispos, que no es vinculante para las diócesis, llega siete meses después de que emitieran una declaración histórica condenando lo que describieron como «nacionalismo racial (völkisch)».
La declaración, motivada por el creciente partido Alternativa para Alemania (AfD), determina que «la difusión de consignas de extrema derecha —incluyendo el racismo y el antisemitismo en particular— es incompatible con el servicio profesional o voluntario en la Iglesia».
El comunicado es notable porque la Iglesia católica es uno de los mayores empleadores de Alemania, con más de 700.000 personas trabajando solo en Caritas. Alemania también cuenta con una extensa red de asociaciones católicas, que abarca a miles de empleados y voluntarios.
Tras la declaración de los obispos, los miembros de la AfD comienzan a ser despedidos de sus cargos en la Iglesia.
En abril, la diócesis de Tréveris expulsa a un político que representa a la AfD en el parlamento estatal de un consejo administrativo parroquial.
En julio, un funcionario de la AfD de 20 años es supuestamente informado de que ya no puede actuar como monaguillo, lector y organista ocasional en una parroquia de Hamm, en el oeste de Alemania.
El nuevo documento ofrece orientación sobre la interpretación de las regulaciones laborales de la Iglesia alemana, conocidas como la Orden Básica del Servicio Eclesiástico, a la luz de la declaración de febrero.
El texto dice que las regulaciones, que se aplican tanto a voluntarios como a empleados a tiempo completo, exigen que aquellos que ocupan cargos se identifiquen con los objetivos y valores de la Iglesia.
«Estos principios fundamentales de la Iglesia católica no son compatibles con posiciones extremistas ni con un ethos racial [völkisch] nacionalista que busca una identidad cultural inmutable y una comunidad homogénea de ascendencia y, como resultado, excluye sistemática y regularmente a las personas», afirma el documento, supuestamente aprobado por el consejo permanente de la conferencia episcopal alemana el 26 de agosto.
El texto explica que, dado que «no se puede esperar que todos los miembros de la Iglesia tengan el mismo nivel de identificación con los objetivos y valores de la institución católica», es necesario distinguir entre tres categorías de personas.
En la primera categoría están aquellos que dirigen instituciones y asociaciones católicas. El documento afirma que para los líderes, la pertenencia a la AfD es «objetivamente capaz de perjudicar la credibilidad de la Iglesia».
Para las personas de la segunda categoría, que tienen funciones pastorales, catequéticas o litúrgicas, o que están empleadas en oficinas parroquiales, «la pertenencia a un partido o una organización extremista o la defensa de uno no es suficiente por sí sola para tener consecuencias legales directas».
En la tercera categoría están las personas que «solo deben el nivel de lealtad esencial para llevar a cabo sus actividades en el servicio eclesiástico». Las infracciones generalmente solo pueden ser castigadas si desafían abiertamente los principios fundamentales de la Iglesia, dice el texto.
El nuevo documento menciona a la AfD 56 veces. Pero también cita a los partidos más pequeños Die Heimat (La Patria) y Der III. Weg (Tercer Camino) como ejemplos de formaciones que adoptan posiciones de extrema derecha. Subraya que sus principios se aplican a «todos los partidos y organizaciones con una orientación extremista (de derecha o de izquierda)».
Explicando su enfoque en la AfD, el texto dice:
«Los miembros y representantes de la AfD a menudo defienden públicamente posiciones de extrema derecha que ignoran la dignidad humana y se oponen diametralmente a la visión cristiana de la humanidad, el mandamiento de amar al prójimo y la doctrina social católica, al menos sin que se conozca un distanciamiento suficiente de los órganos oficiales de este partido hacia el exterior, lo que genera una contradicción con el orden de valores de la Iglesia.
Aunque las posiciones individuales de otros partidos sin una postura extremista pueden diferir de las enseñanzas de la Iglesia, su orientación básica no contradice los valores de la Iglesia.
En la AfD, en cambio, hay claras indicaciones de que una parte dominante del partido pretende discriminar a las personas con antecedentes migratorios basándose en un concepto ‘etnocultural’ de etnicidad que es incompatible con la dignidad humana».
El documento añade:
«Este concepto de etnicidad se basa en la idea de una población culturalmente homogénea compuesta exclusivamente por alemanes autóctonos. Está caracterizado por la idea de que los pueblos se distinguen unos de otros por una identidad cultural inmutable y como una comunidad homogénea de ascendencia».
Por tanto, añade el documento:
«La idea básica es que siempre se debe mantener una conversación abierta e informativa con el miembro en el servicio eclesiástico, independientemente de las consecuencias esperadas.
Esto puede ayudar a dejar claro a la persona la incompatibilidad de las ideas de extrema derecha con los principios fundamentales de la Iglesia católica y animarle a reorientarse o cambiar de dirección.
Esto debe distinguirse regularmente de las situaciones pastorales. La Iglesia católica es una Iglesia que escucha y que permanece siempre en diálogo abierto y respetuoso con las personas. La participación en la vida comunitaria misma, en los servicios religiosos y en los sacramentos es siempre expresamente deseada».
La AfD logro un gran resultado las elecciones regionales de septiembre, quedando en primer lugar en Turingia, y en segundo lugar tanto en Sajonia como en Brandeburgo.
Los alemanes votarán en las elecciones federales el 28 de septiembre de 2025. Las encuestas de opinión actuales pronostican que la AfD ocupará el segundo lugar, detrás de CDU/CSU.