(InfoCatólica) Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma, tras recordar que durante las últimas décadas «más de 120.000 niños» rusos fueron adoptados en el extranjero. ha asegurado que lo que se busca es «proteger a la niñez y los valores tradicionales»:
«Es necesario proteger a nuestros niños de los peligros que podrían enfrentar con la adopción por parte de ciudadanos de países extranjeros donde es permitida la reasignación de género».
Por su parte, Irina Yarovaya, vicepresidente del parlamento ruso, declaró:
«El tema no es que la brújula moral y las fundaciones morales de Rusia buscan proteger los valores tradicionales [...] sino directamente la protección de la vida de un niño»
Yarovaya también indicó que en 2024 las adopciones de niños rusos por extranjeros se detuvieron completamente. Entre 2018 y 2022, solo 693 niños fueron adoptados internacionalmente, con Italia encabezando las adopciones con un 67%, seguido de España, Francia y otros países. Esta caída en adopciones coincide con el endurecimiento de las leyes rusas que comenzaron en 2011, restringiendo las adopciones en países que legalizan el matrimonio homosexual. En 2023, también se prohibieron las actividades de ONG extranjeras que gestionaban adopciones en Rusia.
Simultáneamente, se presentó ayer otro proyecto de ley que busca castigar la propaganda de la ideología 'childfree', que defiende el derecho de las mujeres a no tener hijos. Ambas iniciativas son parte de los esfuerzos del gobierno para combatir la baja natalidad en Rusia, que ha alcanzado niveles críticos debido a la guerra y a la crisis demográfica que afecta al país desde los años 90.