(InfoCatólica) El Pontífice hizo hincapié en la figura del demonio, destacando su astucia para engañar a las personas, y subrayó que la tecnología moderna puede abrir caminos peligrosos para su influencia.
El Papa, citando el Evangelio de Mateo, explicó cómo, tras su bautismo, Jesús fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado por el diablo. «La iniciativa no es de Satanás, sino de Dios», aclaró, haciendo alusión a que la prueba era parte del plan divino. «Jesús, en el desierto, se libró de Satanás, y ahora puede liberar de Satanás», añadió, recordando las palabras del propio Jesús: «Si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes» (Mt 12,27).
Francisco denunció la tendencia de algunos sectores de la sociedad a negar la existencia del diablo, viéndolo como una simple metáfora o símbolo, pero advirtió que esto forma parte de su mayor trampa. «El mayor ardid del diablo es hacer creer que no existe», afirmó, citando al escritor Charles Baudelaire. Además, señaló que, aunque en un mundo secularizado muchos descartan la idea del diablo, prácticas como el ocultismo, la astrología o las sectas satánicas siguen proliferando. «Expulsado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana», lamentó.
El Santo Padre hizo un llamado urgente a no dialogar con el diablo, ni siquiera en forma de tentaciones menores, y recordó que la victoria contra el mal se logra a través de la Palabra de Dios, como Jesús lo demostró en el desierto. En este sentido, también aconsejó la vigilancia constante para no caer en sus trampas, destacando los peligros que ofrecen hoy en día las nuevas tecnologías, como la pornografía en Internet. «Detrás de ello hay un mercado muy floreciente y ahí trabaja el diablo», alertó.
Tras la catequesis, el Papa expresó su preocupación por los últimos conflictos bélicos, especialmente los recientes bombardeos en el Líbano. «Es inaceptable», subrayó, pidiendo a la comunidad internacional que actúe con rapidez para detener la violencia. Además, recordó a otros países gravemente afectados por la guerra, como Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y Sudán, instando a los fieles a rezar por la paz en todos los rincones del mundo.