(La Gaceta/InfoCatólica) Luis Ayuso, catedrático de Sociología en la Universidad de Málaga, subraya que España ha experimentado una transformación familiar muy rápida. «Tenemos tasas de aceptación del divorcio similares a las de Suecia», explicó Ayuso, destacando el cambio social en un país donde estas prácticas eran antes mal vistas. Sin embargo, señala que la cultura familiarista española aún perdura, con costumbres como las comidas familiares o las celebraciones, que mantienen fuertes vínculos entre los miembros.
Según datos de la OCDE, entre el 78% y el 87% de los españoles mantiene contacto semanal con sus padres o hijos, cifra superior a la media internacional.
A pesar de esta estabilidad en las relaciones familiares, Ayuso advierte sobre la disminución de parejas estables, lo que podría afectar negativamente a la estructura familiar a largo plazo.
No hace falta decir que la situación empeorará considerablemente en los próximos años debido al hecho de que las nuevas generaciones son en su mayor parte ajenas a la fe católica y, por tanto, no inclinadas a formar familias estables con varios hijos. A ello se une que el precio de la vivienda en España, además de atrasar la independencia del hogar paterno, hace casi imposible que muchos jóvenes se planteen siquiera tener una familia numerosa.