(Agencias/InfoCatólica) El 17 de septiembre de 2024, Bamako, la capital de Mali, fue objeto de un ataque coordinado por militantes islamistas del grupo Jama'at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM), afiliado a Al-Qaeda. Los ataques comenzaron a primera hora de la mañana, cuando los insurgentes atacaron múltiples objetivos en la ciudad, entre ellos una escuela de la policía militar en el distrito de Faladie, cerca del aeropuerto internacional Modibo Keita. También atacaron la base y el aeropuerto militar, destruyendo varios aviones y drones.
El ataque dejó al menos 77 muertos y más de 250 heridos, incluyendo 50 estudiantes de la policía militar. Además, un avión utilizado por el Programa Mundial de Alimentos fue dañado. El asalto duró aproximadamente nueve horas antes de que las fuerzas gubernamentales malíes lograran neutralizar a los atacantes.
Este ataque fue uno de los más letales en la capital en años recientes, ya que, aunque Mali ha estado lidiando con la insurgencia islamista desde 2012, los ataques en Bamako han sido raros.
En su declaración, los obispos condenaron los ataques y mostraron su apoyo a las autoridades, agradeciendo el sacrificio de las fuerzas armadas y del pueblo maliense en defensa de la soberanía y la unidad nacional.
Además, los obispos instaron a la población a rezar por la paz, destacando que «la paz es un don de Dios y fruto del trabajo de los hombres».