(InfoCatólica) El obispo de Orihuela-Alicante describió con precisión lo que busca hacer el gobierno:
En resumen, que facilitan el camino a quienes ofendan los sentimientos religiosos o injurien a la monarquía, mientras que anuncian iniciativas para silenciar a quienes les critiquen a ellos...
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) July 17, 2024
¡No tengo más preguntas, señoría! pic.twitter.com/z7ErWLmqGQ
El Plan de Acción por la Democracia y contra los Bulos dice que tiene como objetivo principal ombatir la desinformación y proteger el derecho de los ciudadanos a una información veraz. Este plan sigue las directrices de la Unión Europea y se centra en garantizar la transparencia informativa y la seguridad democrática frente a la creciente amenaza de los bulos y la desinformación en redes sociales y otros canales.
El plan contempla 31 medidas para luchar contra la desinformación, entre las cuales se incluyen:
- Creación de un observatorio para monitorear y detectar la propagación de noticias falsas.
- Colaboración con plataformas digitales para identificar y eliminar contenido desinformativo de manera más rápida y efectiva.
- Educación mediática para formar a la ciudadanía en el uso crítico de la información.
- Sanciones a quienes difundan de manera intencionada bulos que pongan en riesgo la seguridad pública o afecten procesos electorales.
- Colaboración internacional con la Unión Europea y otros países para abordar la desinformación de manera coordinada.
El presidente Pedro Sánchez ha defendido este plan como un paso fundamental para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a información fiable y evitar la manipulación en la opinión pública. La realidad es que se trata de una censura pura y dura, que ya se puso en marcha en la Unión Europea durante la pandemia por covid y la administración de terapias ARN a las que llamaron vacunas.
En ese sentido, cabe recordar que hace unos días Mark Zuckerberg, CEO de Meta, reveló detalles sobre la intensa presión a la que se vio sometido durante la pandemia. Según el magnate tecnológico, tanto él como su equipo recibieron constantes presiones por parte de gobiernos y organismos internacionales para moderar, censura incluida, la información relacionada con el virus y las vacunas en sus plataformas.
De aprobarse el plan, algo que no está claro dadas las dificultades que tiene este gobierno de alcanzar una mayoría parlamentaria, habrá un organismo público encargado de vigilar y censurar las noticias. En otras palabras, vuelve la censura franquista, pero esta vez al servicio de un gobierno democrático.
El Ejecutivo tambén ha planteado eliminar del Código Penal el delito de ofensas a los sentimientos religiosos y el de injurias a la Corona.